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Una de las zonas decoradas con mayor cudiado y mimo es el hall: los armarios Vescom, la cálida y elegante alfombra persa de seda, la espectacular lámpara de cristal de Murano de la firma Flos...

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También en la zona de entrada se encuentra esta espectacular pieza, una chaisse longue en cuero de la firma Zanutti, junto a lámpara de sobremesa Tatou de Flos, diseñada por Patricia Urquiola.

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Además de los cabeceros, en el dormitorio principal destacan los maniquís que lo decoran. Se trata de piezas vintage de los años 60 recuperadas de la fábria de Lois.

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Lo que los propietarios buscaban era un hogar elegante y distintivo, de acuerdo con sus gustos y su personalidad. Para ello recurrieron a Cota Cero Interiorismo.

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En cuanto a la cocina, se trata de un espacio amplio con forma de península donde está la zona de cocción y una barra con taburetes para desayunos y comidas informales o rápidas.

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Nada más entrar al salón llaman la atención los sofás de terciopelo morado, que le confieren un aire añejo a la estancia. Igual que el juego de dos lámparas que cuelgan sobre la mesa auxiliar.

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De la entrada se accede al salón, en la que además de la zona de estar se ha creado un área de barra que combina materiales y texturas que evocan un club bar de los años 70.

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En los dormitorios se ha prestado especial atención a los cabeceros. El de la habitación principal es de madera acabado en pan de oro y Vescom.

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Además del dormitorio principal, la vivienda, de 160 metros cuadrados, cuenta con otros dos. Uno de ellos, en la imagen, cuenta con un llamativo cabecero en color azul petróleo.

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El dormitorio de las dos camas cuenta con sendos cabeceros diseñados por Cota Cero Interiorismo y tapizados en tela de Gancedo.

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Para decorar, los del estudio recurrieron a artículos vintage originales como lámparas de cobre de los años 70, lámparas belga de cristal azul de los años 50, espejo de madera años 50, jarrones Carey...

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