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Poncelet Cheese Bar Barcelona llama poderosamente la atención desde el exterior, por los grandes ventanales 'vestidos' con un entramado de piezas de madera que forma rombos en diferentes volúmenes.
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Hemos observado que son tendencia los restaurantes y bares de diseño en los que está muy presente el exterior. Poncelet Cheese Bar Barcelona es un ejemplo de ello.
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En el Poncelet Cheese Bar Barcelona también se mira hacia fuera a través del imponente jardín vertical, diseñado para su interior por los interioristas de estudiHac.
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En este local el protagonista es el queso. Y se hace notar con la gran cava de quesos, diseñada en forma de diamante, con materiales como el roble natural o mosaico de terracota.
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La zona de la cava de quesos queda visualmente unida a la zona de las barras a través de un suelo de baldosa hidráulica, realizado a medida para el proyecto.
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Tanto los interioristas de Poncelet  como los de estuHac han querido aunar fuerzas para que la singularidad del local se hiciera notar desde el exterior del mismo con este entramado de madera.
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El concepto de Bosco de Lobos es bien diferente al de Poncelet Cheese Bar, pero en ambos casos coincide el interés por la luz natural y por las vistas al exterior.
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La peculiaridad de Bosco de Lobos viene dada por su ubicación: en el edificio anexo al Colegio de Arquitectos de Madrid, un local diáfano y totalmente transparente, envuelto en cristal, hierro y hormigón.
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De nuevo nos encontramos con un interés no disimulado por el exterior del local y porque el verdor entre e inunde con su imagen el espacio interior.
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El mayor reto para los interioristas de Sandra Tarruella partía de "encontrar el equilibrio entre una arquitectura muy característica con la que queríamos ser respetuosos; y el interés por crear una atmósfera cálida y confortable”.
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El espacio principal de Bosco de Lobos es un cubo a doble altura donde se ha ubicado la barra central y un comedor biblioteca. Ambos se conectan por un pasillo de cristal.
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