Y ahora viene el truco más importante para que este método sea aún más efectivo: la doble aplicación. En vez de poner los cosméticos directamente en tu piel vas a hacer lo siguiente, primero, vas a lavarte bien las manos y después vas a comenzar a echar el producto en tu mano y calentarlo con movimientos circulares. A continuación, lo aplicarás en tu rostro haciendo una ligera presión hasta cubrir todo el rostro. ¿Qué productos necesitamos aplicar con este método? Los que van en el paso de la doble hidratación, es decir: tónico, sérum, contorno de ojos o crema hidratante. Y, no podríamos terminar nuestra rutina de belleza -si hablamos de la de día- sin aplicar un protector solar para terminar.