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El sol, el cloro, la sal... las agresiones a las que exponemos a nuestro cabello en vacaciones terminan por debilitarlo, deshidratarlo y cambiar su color. Por eso es importante visitar tu salón antes de irte de viaje. Los expertos te aconsejarán cómo preparar a tu melena para reducir el impacto de estos factores, pero existen algunas reglas válidas para todos los casos.

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Por ejemplo, que si tienes las puntas debilitadas y abiertas, necesitarás cortarte algunos centímetros para evitar que el daño sea mayor. Al contrario, quizá no sea este el momento más idóneo para probar el flequillo de tendencia: además de darte calor, seguramente necesites hacer uso de secador y planchas para peinarlo, incrementando el efecto nocivo de los anteriores agentes.

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Sobre la coloración también existe una máxima a seguir: oscurece tu pelo, especialmente si eres rubia, porque es habitual que el sol y la sal lo aclaren tras días en la playa.

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