De clásica a 'punk': la increíble evolución de Charlene de Mónaco en 9 años
Los cambios de look de la princesa más camaleónica
Hace pocas horas, Charlene de Mónaco sorprendía con un cambio de look que la corona como la royal más camaléonica. La Princesa ha acudido a la ceremonia del árbol de Navidad en el Palacio de Mónaco estrenando un rapado lateral con el que continúa su idilio con los cortes XS. Y es que, la mujer del príncipe Alberto sigue fiel a las melenas por encima de los hombros desde que en 2012 dejara atrás sus mechones para apostar por una imágen mucho más moderna. Descubre la evolución de la madre de Jacques y Gabriella desde el día de su boda hasta su última e impactante transformación:
El 2 de julio de 2011, Charlene Wittstock se convertía en Charlene de Mónaco en una ceremonia celebrada en el Palacio Real monegasco. Para el enlace, la novia recogía su melena rubio ceniza en un moño a la altura de la nuca. Aunque sus mechones por debajo de los hombros han quedado atrás, la raya a un lado continúa a día de hoy como uno de los looks de cabecera.
En agosto de 2011, unos meses después de su enlace con el príncipe Alberto, Charlene de Mónaco acudía a la 63ª edición del anual Baile de la Rosa con un semirecogido con ondas al agua. La Princesa apostaba por entonces por el rubio platino, un tono al que regresará de manera intermitente a lo largo de los años. Pocos tiempo después, la Princesa sorprendería con su primer cambio de look radical.
En abril de 2012, la princesa de Mónaco prescindía de su melena larga para estrenar un bob rubio platino con el que transmitía una imagen más moderna. Con la raya al lado y los mechones recogidos detrás de las orejas, Charlene de Mónaco comenzaba una nueva etapa que continúa a día de hoy, pues nunca ha regresado a las longitudes por debajo de los hombros desde entonces.
La Princesa se ha convertido en fuente de inspiración para todas aquellas que llevan el pelo corto, pues es el ejemplo perfecto de que se pueden lucir peinados muy diferentes sin necesidad de tener una supermelena. Como en mayo de 2015, cuando apareció en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 con el cabello recogido hacia atrás con extra de volumen en la parte superior y las puntas peinadas hacia afuera a la altura de la nuca.
Dos meses después, la princesa de Mónaco lucía su bob completamente liso, un peinado con el que destacaba la asimetría de su look: más corto en la zona de la nuca que en la parte delantera. Según los profesionales, este suave desfilado tiene la capacidad de estilizar los rasgos y enmarcar el rostro. Como detalle, la Princesa demuestra que la raya a un lado es su styling de referencia.
En febrero de 2017, Charlene de Mónaco ya adelantaba que no teme a los cambios de look y estrenaba este corte pixie con los laterales rebajados en clave bicolor: rubio oscuro en las puntas y castaño chocolate en la base. Con esta transformación, la Princesa se alejaba de los tonos más claros y experimentaba con el moreno, eso sí, por muy corto que sea el peinado no prescinde de la raya a un lado.
En mayo de 2017, la Princesa acude a otra edición del Gran Premio de Fórmula 1 en Mónaco con el mismo pixie pero, esta vez, más rubio que en febrero. Además, los mechones le han crecido pocos centímetros y las mechas se notan más que meses atrás. Eso sí, los laterales continúan de color castaño oscuro lo que crea un contraste que moderniza aún más el corte.
Tan solo un mes después, la esposa del príncipe de Mónaco acude a la 69ª edición del Baile de la Rosa con su pixie completamente platino. Además, apuesta por un peinado rompedor con extra de volumen en la parte superior de la cabeza y con una suerte de tupé en la zona delantera. Otra prueba más de la versatilidad que llegan a alcanzar los looks más cortos.
En noviembre de ese mismo año, los mechones de la Princesa han crecido y luce el 'efecto raíz' de máxima tendencia a día de hoy. Con un peinado completamente liso y su sempiterna raya en el lado derecho, Charlene de Mónaco recoge los laterales detrás de las orejas para maximizar la comodidad del peinado, un truco que repetirá en el futuro.
De nuevo, la princesa de Mónaco apuesta por una melena bicolor. Esta vez el contraste es mucho más notable que en febrero de 2017, pues tan solo un año después estrena este look en el que los mechones delanteros están decolorados llegando a un rubio platino casi blanco. El resto del cabello permanece rubio oscuro lo que consigue un resultado ultra moderno.
En julio de 2018, la Princesa acude a su cita anual en el Baile de la Rosa con un rubio multidimensional en el que se funden matices ceniza con mechas cálidas en clave cobriza. Una tonalidad dorada que combina a la perfección con el bronceado que lucía en esa época. Como styling, la princesa de Mónaco apuesta por el volumen y peina sus mechones hacia un lado.
En mayo de 2019, Charlene de Mónaco tiene otra cita con el Gran Premio de Fórmula 1. Por entonces, ha dejado que sus mechones crezcan unos centímetros y los ha iluminado con el rubio platino por el que ya había apostado en ocasiones anteriores. Esta vez, el peinado elegido han sido las ondas desenfadadas a las que da un toque de seriedad al fijarlas hacia un lado de la cabeza.
En diciembre de 2019 su media melena casi llega a rozar los hombros, una longitud que no había lucido desde hacía tiempo. La Princesa lleva sus mechones con un poco de forma y, como no podía ser de otra forma, los divide mediante una raya ladeada que, según los expertos, es la que más favorece a aquellas con la cara cuadrada, con forma de corazón, ovalada o de diamante.
En septiembre de 2020, Charlene de Mónaco acudía junto al príncipe Alberto a una gala en Montecarlo con una melena a la altura de la mandíbula y un flequillo a uno o dos centímetros de los ojos. El rubio platino de matices fríos es el color que elige para dar luz al cabello y, en cuanto al peinado, las puntas están moldeadas hacia adentro con lo que se reduce visualmente la longitud del corte.
Y, por último, el 16 de diciembre de 2020 Charlene de Mónaco sorprendía con su cambio de look más radical hasta la fecha: un rapado lateral en clave punk con el que demuestra que no existe corte con el que no se atreva. Además del rasurado al cero que lleva en la parte en la que suele colocarse la raya de pelo, luce un flequillo rubio que recoge hacia el lado contrario. El resultado es una transformación absoluta con la que se corona como la royal más moderna y arriesgada.