David, quien estaba pletórico de felicidad de tener un jugador de las características de Messi en sus filas, comenzó la presentación dando un emotivo discurso de bienvenida a Messi bajo la atenta mirada de su mujer, Victoria y de dos de sus cuatro hijos, Cruz, de 18 años, y Harper, de 12. quienes no quiso perderse la puesta en escena del argentino.