A pesar de que ambos han decidido emprender caminos por separado, el cariño que la maniquí, de 35 años, siente por el exmandatario, de 56, y por los hijos, familia y amigos de este sigue firme. Tanto es así que, aunque sus planes han cambiado, Tania continuará viviendo en España con su hija Carlotta, con quien se estableció en Madrid cuando la pequeña comenzó el período escolar