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La cantante dispuso en su testamento que el chalé de La Moraleja se vendiera y se repartiera el dinero de esa venta entre sus tres hijos

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Esta casa, situada en La Moraleja, Madrid, dejó de ser propiedad de los herederos de Rocío Jurado en febrero de 2008, casi dos años después de la muerte de la artista

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El chalé, situado en una de las mejores zonas de los alrededores de Madrid, fue adquirido por Rocío Jurado y Pedro Carrasco. Cuando se separaron, la artista compró su parte al boxeador

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Según contó Rocío Carrasco, la mudanza de Montealto fue muy dura para ella

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En Montealto, conocida popularmente como Villa Jurado, la cantante vivió sus días más felices y fue donde se despidió de su familia antes de morir el 1 de junio de 2006 de un cáncer de páncreas

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