1/8 © Gtresonline

Kiko Rivera ha disfrutado de unas vacaciones familiares en la costa de Cádiz. El DJ se ha tomado un respiro para desconectar del conflicto que mantiene con su madre y su tío Agustín desde finales de 2020 cuando decidió romper su silencio en Cantora, la herencia envenenada. En su última entrevista, el sevillano, de 38 años, reveló que había demandando a su tío Agustín "por estafa, apropiación indebida y otra cosa más". El proceso judicial comenzará en tan solo unos días, el próximo 8 de junio, y según ha explicado Kiko, su tío "hasta puede entrar en la cárcel". Son momentos complicados para el DJ y toda su familia, pero Kiko cuenta con el amor incondicional de su mujer, Irene Rosales. En esta imagen le vemos jugando con su hija pequeña, Carlota, que ya tiene tres años

2/8 © Gtresonline

Las vacaciones de la familia Rivera Rosales han coincidido con el séptimo aniversario de Kiko e Irene. "La mujer de mi vida. La que me cuida, me mima y me salva. ¡Hoy cumplimos siete años juntos! ¡Madre mía! Feliz aniversario, cariño mío", publicó el DJ el pasado 24 de mayo. La colaboradora de televisión, por su parte, dijo: "Hoy hacemos siete años juntos, con momentos buenos y no tan buenos, pero seguimos, somos un equipo". En estos años han pasado por el altar (el 7 de octubre de 2016) y han aumentado la familia con la llegada de Ana, el 15 de diciembre de 2015, y Carlota, el 30 de enero de 2018. En esta imagen vemos a Kiko jugando con su hija pequeña en la orilla del mar

3/8 © Gtresonline

El destino elegido por Kiko e Irene para celebrar sus siete años de amor y para desconectar de todos los problemas y preocupaciones del momento ha sido la costa gaditana y, más concretamente, la zona de Chiclana más próxima a la playa de La Barrosa, a la que se trasladaron el pasado 24 de mayo, coincidiendo con su aniversario. La colaboradora de televisión estuvo muy pendiente de sus niñas durante las vacaciones. Aquí la vemos sonriendo mientras observa cómo juegan en la arena las pequeñas 

4/8 © Gtresonline

El matrimonio y sus dos hijas aprovecharon el buen tiempo para disfrutar de un divertido día de sol y playa en familia. Irene, con un mono playero de color blanco y gafas de sol, estuvo jugando con las niñas en la orilla. También las protegió del sol, rociándolas de crema solar cada cierto tiempo

¿Le hubiera gustado tener un niño? No te pierdas la respuesta más bonita de Irene Rosales

5/8 © Gtresonline

Kiko Rivera se desvive por sus hijas y no dudó en meterse al agua para jugar con ellas. "No os puedo prometer ser un padre perfecto, pero sí os puedo prometer que estaré siempre a vuestro lado. Siempre seréis mi prioridad", dijo el DJ al hablar de las niñas

Kiko Rivera envía un mensaje a Isabel Pantoja en el Día de la Madre

6/8 © Gtresonline

Kiko Rivera jugó a saltar olas con su hija Ana, demostrando que cuando está con su familia es el hombre más feliz del mundo a pesar de los problemas que atraviesa con su madre. En una de sus últimas entrevistas, el DJ confesó que todavía no está preparado para ver a Isabel Pantoja, aunque ella se lo haya pedido. ¿El motivo? Tiene miedo a un "chantaje emocional", por eso prefiere reunirse con la artista en presencia de sus abogados para tratar cualquier tema que tenga que ver con la venta de Cantora

7/8 © Gtresonline

Irene Rosales es una pieza fundamental en la vida de Kiko Rivera y su máximo apoyo en estos momentos de descuentro con Isabel Pantoja. La sevillana es el roble de la familia, pero también se ha quebrado en este último año por la pérdida de sus padres. "No estás sola en esto y esa sonrisa volverá", le prometía su marido tras la muerte de sus progenitores. Y llevaba razón. A pesar del dolor por la ausencia, Irene ha vuelto a sonreír y aquí la vemos en la playa disfrutando con las ocurrencias de su hija Carlota

8/8 © Gtresonline

Los problemas entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja lejos de solucionarse se han agravado con el tiempo. El músico ha pedido explicaciones sobre el legado de su padre y ha decidido poner a la venta su parte de Cantora. Pero antes de hacerlo, le hizo una oferta a su madre. "Limpiar la deuda y poner Cantora a mi nombre, como quería mi padre". Pero la cantante no contestó. Ahora todo sigue su curso y aunque la actitud del sevillano ha cambiado -ya no cree que su madre haya actuado de mala fe con él- no quiere dar marcha atrás porque entonces habría perdido la batalla que inició hace seis meses con la emisión de Cantora: la herencia envenenada

Más sobre: