Hambre y un gran cambio físico: los 'supervivientes' empiezan a notar los estragos del concurso
Llevan casi dos meses en Honduras
Primer mes en 'Supervivientes 2021'
Los dieciséis concursantes de Supervivientes 2021 arrancaron la aventura en Honduras hace ya más de cuarenta días, sin ser conscientes de todos los cambios y novedades que les esperaban en esta edición. La primera y más reseñable durante esta primera etapa del reality fue la división en dos grupos: los que serían supervivientes de pleno derecho desde el primer momento y los que tendrían que marcharse al 'Barco encallado': Alexia Rivas, Carlos Alba, Agustín Rivas, Lara Sajén, Sylvia Pantoja, Palito Dominguín, Antonio Canales y Valeria Marini.
El gran cambio físico de los supervivientes
Los concursantes ya acusan en sus cuerpos los cambios por la escasa alimentación, los grandes esfuerzos físicos y las largas exposiciones al sol. Como cada año, las comparativas entre el antes y el después suelen situarse como uno de los puntos más destacados de Supervivientes, con efectos más que reseñables en participantes como Olga Moreno, visiblemente más delgada y con una de las pieles más bronceadas cuando lleva poco más de un mes en la isla.
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Evoluciones físicas que ya han sido muy comentadas entre aquellos que ya han sido expulsados de Supervivientes, como Marta López, que volvió a España pesando 13 kilos menos que cuando se marchó, Antonio Canales que perdió 14 kilos o Alexia Rivas, que aterrizó en la isla con un peso de 43 kilos, aunque el hecho de haber llegado ya bastante delgada hizo que sus cambios no fueran tan evidentes como en otros casos.
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Los supervivientes pasan hambre
La falta de comida comienza a hacer mella en algunos de los concursantes, que ya han protagonizado algún enfrentamiento por culpa de la comida. Fue el caso de Carlos Alba, quien se enfadó por no haber sido seleccionado para recibir una recompensa cuando él había comido el día anterior, o de Omar Sánchez, que casi se niega a compartir una pizza que le había tocado como premio con Lara Sajén. Otros como Melyssa Pinto optan siempre por racionalizar la comida con el fin de que haya algo disponible en todo momento y es que, la exconcursante de La isla de las tentaciones llegó a confesar que soñaba con comida de tanta hambre que estaba pasando.
A tal punto llegan las ganas de comer de los supervivientes que sus caras de alegría generalizada lo dijeron todo cuando en el último programa fueron compensados con una cantidad de tres cucharones de cocido madrileño cada uno, a excepción de Olga Moreno y Alejandro Albalá que podrían disfrutar del sobrante por haber ganado la prueba. Una vez más y a pesar de que todos tuvieron premio, el hambre volvió a sembrar la discordia entre los supervivientes, en este caso, entre Omar Sánchez y el ganador de la prueba. La acusación del prometido de Anabel Pantoja a su compañero de que le había echado demasiado hueso en su plato fue el detonante que dio lugar a una enorme discusión.
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La pesca suele ser una gran salvación para los concursantes de Supervivientes y la forma más efectiva de conseguir sustento diario. Sin embargo, en esta edición la captura de peces parece no ser el punto fuerte de ninguno de los participantes, a excepción de Carlos Alba que ha llegado a coger hasta un pequeño pulpo. Algo que no ocurre en 'Playa destierro', donde se encuentran Lola y Palito Dominguín superando unidas todo tipo de adversidades y consiguiendo grandes cantidades de pescado e, incluso, cangrejos. Fueron precisamente estos crustáceos los que le hicieron pasar un muy mal rato a la exconcursante de La isla de las tentaciones cuando los animales intentaban escaparse una y otra vez mientras trataba de cocinarlos.
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Una gran tormenta azota los Cayos
Por primera vez desde el inicio del concurso todos los participantes han sufrido en su propia piel los efectos menos agradables del clima tropical con una fuerte tormenta que les obligó a paralizar todo aquello que estaban haciendo para resguardarse. Por un lado, en 'Playa Cabeza de León', los supervivientes se resguardaron como pudieron bajo una agujereada lona, aunque al menos contaban con sustento para la ocasión. Pasaron la tormenta extremadamente juntos y algo asustados, pero contentos por haber trabajado en equipo.
Por otro lado, en 'Playa destierro' la tormenta tuvo lugar antes de la expulsión de Agustín Rivas, quien acababa de llegar para acompañar a Lola y Palito Dominguín. De hecho, fue gracias a la ayuda del presentador que las dos concursantes lograron mantener el fuego sin perderlo por culpa de la lluvia. Aunque no todo terminó con un final feliz y tras la tormenta no llegó la calma para la sobrina de Miguel Bosé, que no podía parar de sufrir los efectos del frío y los altos niveles de humedad en sus dedos. Lola, frustrada, no podía parar de lamentar no poder hacer nada por su amiga mientras le proporcionaba toda la ropa de abrigo que tenía a mano.
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Los llantos desesperados de los concursantes
Con las emociones a flor de piel, los supervivientes comienzan a extrañar tener noticias de sus seres queridos y una de las concursantes que más lo está manifestando es Olga Moreno. La mujer de Antonio David es una de las que no ha podido contener las lágrimas varias veces, acordándose de su familia y desahogándose con sus compañeros en torno a la delicada situación que están atravesando.
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Pero no es la única que ha sufrido en Supervivientes. Melyssa ha querido abandonar en más de una ocasión, Omar Sánchez ha tenido miedo por si perdía a Anabel Pantoja y Tom Brusse ha vivido cómo Sandra Pica cortaba la relación en directo, aunque si hay una concursante que ha vivido una mayor desesperación en los últimos días ha sido Lola. La joven leonesa lleva en 'Playa destierro' desde la primera semana del reality, teniendo que lidiar con la soledad y tan delicada es su situación de supervivencia en la isla que le ha llegado a confesar a Palito Dominguín que el único mecanismo de defensa que le queda para poder sobrellevarlo es olvidarse de que tiene una vida fuera de la isla o de que ha experimentado comer platos que estén ricos.
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