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Carolina Cerezuela, junto a sus tres hijos, Carla, Carlos y Daniela, espera ilusionada la llegada de su marido Carlos Moyá de París, donde Rafa Nadal, a quien entrena desde 2016, acaba de conquistar su 13º Roland Garros. El manacorí no deja de agrandar su leyenda, pero tras cada victoria está también el trabajo de todo su equipo, capitaneado por su entrenador. 

A pesar de que la celebración en esta ocasión ha tenido que ser austera y comedida debido a la delicada situación sanitaria, la felicidad embarga a todos los que rodean a Nadal y la familia de Carlos Moyá no podía esperar para abrazarle orgullosos

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¡Por fín! Carlos Moyá, acompañado de Rafa Nadal, que viajó a París con su familia, sus auténticos talismanes en la pista, llegaba a Mallorca con muchas ganas de ver a los suyos. el gran abrazo no se hacía esperar y Carolina Cerezuela estrechaba a su marido entre sus brazos, protoganizando un emotivo reencuentro

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Además de su esposa, con un pantalón blanco acampanado y una camiseta veraniega, también los niños se morían de ganas de ver a su papá y no tardaron en lanzarse en sus brazos en cuanto pudieron. Carlota, de 10 años, Carlos, de 7, y Daniela, de 6, son uno verdaderos fans de Moyá y es habitual verles en las gradas apoyándole. De hecho, el mediano parece seguir sus pasos en el mundo del tenis. El año pasado la actriz y cantante se desplazó a París con sus tres hijos para animarle en el Roland Garros, pero en esta ocasión, teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos, han preferido quedarse en casa y disfrutarlo en la distancia

- ¡Cómo han crecido! Los hijos de Carolina Cerezuela y Carlos Moyá, en el tenis

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Carlos Moyá, protegido en todo momento por una mascarilla, al igual que su familia, se deshacía en muestras de cariños hacia los pequeños, una de sus mayores debilidades. La pareja, que contrajo matrimonio el 7 de julio de 2011 en Mallorca, han formado una familia numerosa muy unida y es habitual verles hacer todo tipo de planes y viajes juntos, a pesar de las apretadas agendas que suelen tener sus padres. Mientras el extenista tiene que seguir a Rafa Nadal en sus campeonatos, Carolina etá centrada en su proyecto musical con Jaime Anglada, con el que forma el dúo Anglada Cerezuela

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Una vez que Carolina y sus hijos recibieron a Carlos Moyá con todo la efusividad del mundo, aún quedaba otra alegría para los niños que también pudieron saludar a la gran estrella del torneo. Rafa Nadal, que viajó acompañado de su esposa Mery Perelló, sus padres y su hermana Maribel, se mostraba muy cariñosos con los pequeños. Además, Antes de despedirse, Rafa ha firmado una camiseta azul a Moyá, quién sabe si para tener en casa un recuerdo de este inolvidable torneo.

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Mientras Carolina Cerezuela conversa tranquilamente con sus niños y con su marido tras el ansiado reencuentro en el aeropuerto de Palma de Mallorca, Rafa Nadal habla con su esposa, Mery Perelló, con la que está a punto de celebrar su primer aniversario de boda. La joven lleva 15 años aplaudiendo sus hazañas y a ella fue a quien se dirigió nada más proclamarse vencedor en París para fundirse en un cariñoso beso. La mujer de Nadal  ha aplaudido efusivamente en cada punto que le ha marcado el balear a Novak Djokovic -al que se ha enfrentado en 28 finales diferentes- y ha celebrado con emoción la victoria del tenista, que regresaba a la competición en septiembre tras varios meses de parón forzoso en el circuito a causa de la crisis sanitaria

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Maleta en mano, Carlos Moyá ponía rumbo a su hogar tras el intenso torneo. Su hijo mediano, llamado como él, no se separaba de su lado, probablemente deseoso de saber todos los detalles de la gran victoria de Rafa Nadal. El ex número uno del tenis tiene una gran complicidad con todos sus hijos, con los que se encuentra totalmente volcado y suele compartir juegos y momentos entrañables, como aquel en el que sus hijas se divirtieron de lo lindo haciendo la manicura a papá

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Carlos Moyá coge cariñosamente por la cintura a su mujer, mientras ésta coloca el equipaje en el maletero del coche. Es momento de volver a casa y saborear en familia la victoria de Rafa Nadal, que tantas alegrías le ha dado desde hace cuatro años

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