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En mayo de 2008 se producía uno de los momentos más esperados: la Baronesa Thyssen posaba por primera vez en ¡HOLA! con las pequeñas Carmen y Sabina. A pesar de que habían nacido dos años antes, hasta el momento nunca habían sido retratadas. Este primer reportaje de madre e hijas se hizo en Mas Mañanas, su mansión de Sant Feliu de Guíxols. En esta residencia de la Costa Brava, Carmen creó para ellas una auténtica casa de muñecas, una zona preparada con dormitorio, su propia zona de juegos... Un lugar mágico en el que las mellizas disfrutaron de una infancia feliz.

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Carmen Cervera ya tenía un hijo, nacido antes de su matrimonio con el barón Thyssen, al que este adoptó cuando se casó con su madre. Borja Thyssen, que tenía 26 años cuando su madre aumentó la familia, siempre se ha mostrado encantado sus dos nuevas hermanas. Desde entonces, hemos visto a las niñas convertirse en bellas adolescentes a través de las páginas de ¡HOLA!

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Con tres años, Carmen y Sabina se habían convertido, junto con Borja, en el verdadero motor de la vida de Tita Cervera. En las memorias que publicó en la revista ¡HOLA!, la baronesa, que posaba así de feliz con las mellizas, aseguró que su sueño era conseguir "lo mejor para mi hijo Borja y para mis hijas, Carmen y Sabina"

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Los veranos en la Costa Brava son una parte esencial e inolvidable de la infancia de Carmen y Sabina. De nuevo, la baronesa Thyssen abre las puertas de su residencia en Sant Feliu de Guixols (Girona) para posar con sus pequeñas, que cada vez están más grandes y preciosas. En una entrevista en exclusiva, expresaba su deseo de que su hijo Borja trabajara a su lado. "Así podría tomarme yo unas vacaciones… Él ha vivido desde muy pequeño el mundo del coleccionismo y está muy preparado, aunque ahora, como tiene ya una familia, lo ha dejado un poco de lado”

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Carmen y Sabina ya tienen siete años y posan muy contentas y sonrientes con su madre en las páginas de la revista ¡HOLA! ante todo un acontecimiento para ellas: su primera Navidad en Madrid. En un reportaje muy familiar, Carmen Cervera nos contaba en exclusiva desde su residencia madrileña cómo iban a pasar las fiestas más entrañables. "En principio, pasaremos una parte de las Navidades en Madrid. Después, seguramente nos iremos a Lugano", declaraba la baronesa. Por aquel entonces, residían en la ciudad suiza, en una espectacular mansión llamada Villa Favorita a orillas del lago

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En 2015, Carmen y Sabina, que ya tienen nueve años, dicen adiós a su casa de Lugano. "Se cierra una época grande de mi vida", confesaba entonces Carmen Cervera que había tomado la decisión de vender la mansión. "No podría vivir aquí ahora porque son demasiadas nostalgias, demasiados recuerdos, demasiados sentimientos... y no quiero vivir en el pasado. Por esa razón, también tomé la decisión de venderla", aseguraba. Antes de despedirse de la que había sido su casa, Tita y sus hijas posan en exclusiva para la revista ¡HOLA! en los rincones más siginificativos de su hogar suizo. 

Villa Favorita guarda imborrables recuerdos. Pero tales recuerdos van conmigo donde quiera que yo esté. Allí estuvieron, por ejemplo, el príncipe Carlos de Inglaterra, la princesa Margarita, Forbes, los duques de Badajoz… Allí hicimos grandes exposiciones de cuadros, grandes celebraciones… Por otra parte, allí se crió mi hijo y vivió mi madre bastantes años…” declaró la baronesa a la revista ¡HOLA! en una entrevista en 2004

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Llega un momento crucial en las hijas de la baronesa Thyssen: su primera comunión. La revista ¡HOLA! ha sido testigo del gran día y ofrecía fotografías exclusivas de Carmen Cervera con las niñas y la nueva casa de Andorra en la que residen. La Baronesa escogió para la ocasión un traje en tono rosa pálido con un tocado a juego, mientras que Carmen y Sabina llevaban los tradicionales trajes blancos habituales en esta ceremonia. En el pelo lucían un precioso adorno, una corona hecha con flores de colores claros. "No pensé que me iba a emocionar tanto. Ha sido una ceremonia preciosa que van a recordar toda su vida con mucho cariño" decía Tita

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Poco a poco, Carmen y Sabina van dejando la niñez atrás para adentrarse en la preadolescencia. Cada vez más altas y estilizadas, las hijas de la baronesa Thyssen posan para ¡HOLA! a bordo del espectacular Mata Mua, una magnífica embarcación, propiedad de Carmen Cervera, de 40 metro de eslora, donde han pasado buena parte de los veranos de su infancia las niñas. "Carmen y Sabina han navegado en el 'Mata Mua' desde que eran muy chiquitinas. La primera vez que las subí fue en Sant Feliú con un añito. Y ya estaban encantadas", contaba en 2016 su madre. Muy modernas, con unas gafas de sol con cristales de espejo y biquini blanco, disfrutaban de unos días de descanso surcando las aguas de Cerdeña

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A los once años, Carmen y Sabina ya hablaban cuatro idiomas: castellano, catalán, inglés y francés, también recibían clases de arte y pintura, una parte muy importante de su formación y una pasión que ya parecen compartir con su madre. También sabían solfeo, tocaban el violonchelo y el piano, que les gusta mucho, además de acudir a clases de canto y de ballet, disciplina con la que comenzaron cuando tenían cuatro años. Carmen Cervera contaba hace cuatro años en exclusiva para la revista ¡HOLA! como era la educación de sus hijas, poco antes de comenzar el curso escolar en Andorra. "Ahora les doy la educación que deben tener, pero, una vez que sepan el camino, deben elegir lo que ellas quieran y yo las apoyaré en todo. Sí me gustaría mucho, eso sí, que fueran coleccionistas, como yo, o al menos que entendieran lo que es el coleccionismo", apuntaba la baronesa Thyssen.

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El año pasado, cuando los veranos aún no estaban condicionados por una pandemia, Carmen Cervera posaba de nuevo con sus hijas, convertidas ya en unas adolescentes de trece años, a bordo del Mata Mua, que debe su nombre al famoso cuadro de Paul Gauguin y es una de las joyas de su colección. Muy elegantes de amarillo y luciendo vestidos prácticamente idénticos, Carmen y Sabina parecen haber heredado el estilo de su madre, que no puede estar más orgullosa de ellas. "Las niñas están sacando muy buenas notas. Estudian en un colegio en Andorra, que las educa muy bien y están muy contentas. Estoy muy feliz", afirmaba Tita al hablar de la vuelta al colegio de las mellizas, que siguen los pasos de Borja Thyssen

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