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Tras una romántica foto al pie de una escultura, llega el momento de seguir la marcha y Sara Sálamo parece tener problemas para bajar de donde estaban sentados. Afortunadamente, Isco Alarcón le ayuda con la maniobra 

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Sara Sálamo pasea por el memorial dedicado a las víctimas del holocausto con su pequeño Theo al que pone un divertido filtro de un koala para ocultar su rostro 

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Sara Sálamo finalmente logra bajar del pedestal en el que subieron para protagonizar su particular "historia de amor berlinesa"

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