¡En imágenes! El atardecer más romántico de Djokovic durante sus vacaciones en España
Miradas cómplices, caricias y besos… La estrella del tenis muestra su faceta más amorosa en las playas de Marbella
Novak Djokovic está disfrutando de unos días de relax en Marbella. El reciente campeón de Wimbledon siente debilidad por las playas españolas y este verano ha querido instalarse en la ciudad malagueña junto a su esposa Jelene, sus dos hijos, Stefan y Tara, y sus hermanos, Marko y Djordje Djokovic, para gozar allí de la temporada estival. El propio tenista y su familia están compartiendo con millones de seguidores y admiradores algunos de los momentos más destacados que están disfrutando. Paseos en Kayak, baños de sol y partidos de tenis entre hermanos han sido, entre otras, algunas de las actividades con las que están llenando los instantes de descanso en familia. Uno de los más destacados, sin embargo, no aparece en ninguna de las cuentas de los protagonistas. El serbio protagonizaba un romántico paseo junto a su esposa en una jornada familiar de playa. Con las refrescantes aguas de las playas marbellíes y el atardecer como testigos, el deportista y su mujer se alejaban del grupo para disfrutar de un encuentro en pareja, lleno de gestos de cariño y complicidad.
Nada más llegar a la playa, Novac Djokovic se instalaba, junto a Jelene y los pequeños, a pie de playa. Como el resto de bañistas, la estrella internacional del deporte colocaba su toalla y resto de accesorios necesarios para una jornada de arena, sol y mar mientras los pequeños de la casa se dedicaban a jugar correteando por la zona. Ataviado únicamente con un bañador y una camiseta blanca, el serbio se dedicaba en los primeros momentos de la tarde a tomar el sol y relajarse
Instantes más tarde, el propio Novak conversaba por teléfono, mientras su mujer atendía al pequeño Stefan cerca de la orilla. Una estampa familiar cotidiana con unos protagonistas de excepción
Tras los primeros baños de los pequeños, el tenista y su esposa aprovechaban un momento de calma para disfrutar de un agradable paseo a pie de playa. Caminando de la mano Novak y Jelene se mostraron como una pareja de enamorados entre la multitud
Las sonrisas y los gestos de complicidad en la pareja fueron una constante durante el tiempo que duró la escapada de los enamorados. Su historia de amor, que fue un flechazo de la infancia, goza de su mejor momento a juzgar por las imágenes
Tras superar momentos complicados, cuando Jelena se marchó a estudiar a Italia mientras Novak apostaba por su carrera deportiva, el romance entre el serbio y su mujer se vio reforzado en la distancia, como aseguraba Jelena en una entrevista para el diario serbio PTC: 'Para nosotros reunirnos era algo casi de ciencia ficción, yo era estudiante y él un jugador de tenis joven y sin dinero para hacer viajes costosos. Coger aviones por entonces era algo fuera de nuestro alcance'
El momento más destacado de la tarde llegó con la bonita estampa del beso entre el campeón y su esposa. Un instante cargado de romanticismo en el que Novak y Jelena dieron rienda suelta a sus sentimientos
La larga conversación entre ambos se convertía en una preciosa estampa que muestra la fortaleza y la compenetración de su matrimonio. Una unión que superó la gran separación física durante su noviazgo y que vivió un punto de inflexión cuando Jelene se graduó: 'Después de tres años de citas, llegamos a un punto de inflexión y decidimos vivir juntos. Tuve la suerte de conseguir trabajo en una compañía petrolera'.
En la actualidad, la esposa del tenista dirige la Fundación Novak Djokovic destinada a la ayuda para la educación de los niños más desfavorecidos en Serbia. Una labor que le hace estar más unida aún si cabe a su esposo
Tras ocho años de noviazgo, en julio de 2014, la pareja se daba el 'sí, quiero' en la que se denominó como la boda del siglo. Al evento acudieron 150 invitados entre los que se encontraban, Boris Becker o Marian Vajda. Solo unos meses después (en octubre), nació su primer hijo Stefan. Tres años después, la felicidad de la familia se completaba con la llegada de su hija Tara