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Con un vestido de color burgundy con escote corazón, atado al cuello, ceñido a la cintura y falda con caída voluminosa, la artista jugó un papel muy importante en la boda de su mejor amiga, Abigail Anderson, pues, además de ser una de las damas de honor de la novia, tuvo el privilegio de llevar la cola de su vestido hasta el altar.

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Aunque la artista tuvo que compartir diseño con el resto de integrantes del cortejo de la novia, no pudo evitar destacar por encima del resto – y robar cierto protagonismo a su BFF, como ocurrió en el enlace de su otra gran amiga Brittany Maack-. Con el pelo suelto y los labios pintados del mismo tono borgoña de su vestido, Taylor estaba realmente favorecida. A juzgar por las veces que la ha lucido, esta tonalidad es una de las favoritas de la cantante, además de ser uno de los colores que probablemente más veamos este otoño.

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