El presidente de Estados Unidos aterrizó el pasado sábado en la capital de Arabia Saudí, Riad, para dar comienzo a su primera gira internacional, que lo llevará también a Israel, Palestina, el Vaticano, Bruselas (Bélgica) y Sicilia (Italia).
Donald Trump y Melania fueron recibidos con honores por la corte del rey Salman bin Abdulaziz a su llegada al aeropuerto.
El motivo principal de su visita era firmar un acuerdo para la venta de armamento a Arabia Saudí por valor de 110.000 millones de dólares.
Ni Melania Trump ni Ivanka han optado por cubrirse la cabeza en su visita a Arabia Saudí. Ambas se han limitado a lucir vestidos marcados por el recato para respetar a sus anfitriones.
Aquí vemos a la Primera Dama con un sobrio vestido negro, largo y holgado, adornado con un gran cinturón dorado.
Ivanka, por su parte, aterrizó en Riad con un vestido negro largo con estampados florales en tonos blancos y granates.
Mientras que Melania ha tenido un papel muy limitado en la gira de su marido por Arabia Saudí, Ivanka ha participado en una conferencia dedicada al "empoderamiento económico de las mujeres" en un territorio donde las féminas sufren una grave y asfixiante discriminación.
Donald Trump también ha tenido tiempo para disfrutar de las costumbres del país. En esta imagen vemos al Presidente participando en una danza con espadas dentro de la ceremonia de bienvenida que le brindó el rey Salman bin Abdulazi.
Posteriormente, el Presidente y su esposa fueron invitados a tomar pasteles y té.
Melania ha optado por no llevar velo durante su visita a Arabia Saudí. Un hecho que no tendría mayor importancia si no fuera porque Trump criticó que Michelle Obama no llevara cubierta la cabeza en su visita a Riad en 2015. “Mucha gente dice que fue maravilloso que la señora Obama se negase a llevar pañuelo en Arabia Saudí, pero ellos se sintieron insultados. Ya tenemos suficientes enemigos”, publicó entonces el actual Presidente en su cuenta de Twitter.
La Primera Dama eligió un vestido capa en color magenta para la fiesta de bienvenida. Se trataba de un diseño de líneas sencillas y muy elegantes que recordaba, inevitablemente, al diseño blanco de Tom Ford que Gwyneth Paltrow lució en 2012 en los Oscar. También, cómo no, al que llevó la Reina Letizia en las celebraciones por el 50 cumpleaños de Guillermo de Holanda.
En la imagen, Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, unos pasos por detrás del matrimonio presidencial.
En su segunda y última jornada en Arabia Saudi, Donald Trump participó en un encuentro con los Estados miembro del Consejo de Cooperación del Golfo -integrado por Arabia Saudí, Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar y Emiratos Árabes Unidos- y medio centenar de líderes musulmanes.
El presidente estadounidense, Donald Trump, se dirigió a 55 líderes de países musulmanes, a los que pidió que expulsen a los extremistas de sus tierras y se unan a EE.UU. para lograr "un futuro mejor" para todos.
"No estamos aquí para enseñar ni para decirles a otras personas cómo vivir, qué hacer o cómo practicar su fe. En su lugar, ofrecemos una alianza basada en valores e intereses comunes con el fin de conseguir un mejor futuro", aseguró el mandatario estadounidense bajo la atenta mirada de su mujer, su hija y su yerno.
Ivanka Trump ha tenido un papel muy destacado durante la visita a Arabia Saudí. La hija del Presidente ha participado en una conferencia dedicada al "empoderamiento económico de las mujeres" en un territorio donde las féminas sufren una grave y asfixiante discriminación.
"Hoy mantuve un encuentro con mujeres líderes de Arabia Saudi y he aprendido mucho de sus logros, desafíos y visión de futuro", escribió Ivanka en su cuenta de Twitter.
Antes de poner rumbo a Israel, segunda parada de la gira internacional de Donald Trump, Melani visitó una escuela en Riad.
Donald Trump aseguró al llegar a Tel Aviv que hay una oportunidad para alcanzar la paz en Oriente Medio, ante su homólogo israelí, Reuvén Rivlin, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu.
"Estamos ante una poco común oportunidad para traer la seguridad y la estabilidad a la región. Para crear armonía, prosperidad y paz", señaló Trump, durante la ceremonia de bienvenida a su llegada al aeropuerto de Ben Gurión, para una visita de 28 horas a Jerusalén y Belén.
Tras visitar Israel, el presidente de Estados Unidos visitará el Vaticano, Bruselas y Sicilia (Italia), en medio de la mayor crisis de su corto mandato tras el despido del jefe del FBI y el nuevo impulso a la investigación de sus posibles nexos con Rusia.
El sorprendente 'look' de Ivanka Trump a su llegada a Israel. Se trata de un diseño de Cédric Charlier, valorado en 959 dólares. La hija del Presidente completó su estilismo con unos zapatos negros y un original tocado. "Tuvimos una visita increíble e histórica a Arabia Saudi. Estoy muy contenta de continuar el viaje en Israel", comentó en sus redes sociales.
Donald Trump se convirtió hoy en el primer presidente de EEUU en activo en visitar el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, lugares sagrados del Cristianismo y el Judaísmo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en lo que la comunidad internacional considera territorio palestino ocupado.
Hasta ahora, los mandatarios estadounidenses y europeos habían evitado este itinerario por el significado político que tiene, al estar en la zona oriental de Jerusalén, ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, anexionada en 1980 con la condena de la ONU, y que los palestinos reivindican como capital de su futuro estado.
Trump ha querido cambiar esto y, horas después de llegar a la región, se dirigió a la ciudadela amurallada de Jerusalén, donde primero fue al Santo Sepulcro, en el que la tradición cristiana sitúa el lugar de la crucifixión, enterramiento y resurrección de Jesús, que visitó rodeado de representes de las iglesias ortodoxa griega, armenia y católica.
El presidente estadounidense, su esposa Melania, su hija Ivanka y su yerno, Jared Kushner, llegaron pasadas las 15.30, hora local (12.30 GMT) a la basílica andando por las estrechas callejuelas del zoco escoltados por religiosos revestidos de ceremonia, que golpeaban rítmicamente el empedrado con bastones.
En la iglesia se detuvieron en el Calvario o Gólgota (lugar de la crucifixión) y la Piedra de la Unción, donde se preparó el cuerpo de Cristo tras ser bajado de la cruz, además de la tumba de Jesús y el relicario del Patriarcado Griego Latino.
Seguidamente la comitiva se desplazó al Muro de las Lamentaciones, a pocos metros del Santo Sepulcro, acompañada del rabino del muro, Shmuel Ravinovich.
En el Muro, Trump, con la cabeza cubierta como es preceptivo por una kipá (solideo judío), rezó unos instantes mientras tocaba las grandes piedras y, siguiendo la tradición, depositó en los intersticios un papel con una petición.
Melania Trump rezó en el lugar del muro destinado a las mujeres.
Ivanka Trump rezó en el lugar del muro destinado a las mujeres.