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Irene Visedo atraviesa un buen momento personal y profesional. La actriz, que ha vivido durante años al margen de la popularidad, centrada en la parte más espiritual de su vida, ha regresado a la pequeña pantalla en la que fue su casa hace 16 años.

Aunque ya había realizado trabajos importantes en la gran pantalla, su salto a la popularidad le llegó en el año 2001 gracias al papel de Inés Alcántara en una de las series más longevas de la televisión nacional. Desde entonces hasta hoy, Visedo ha experimentado un profundo cambio interior del que ha hablado abiertamente. Una transformación que también se ha visto por fuera.

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La última aparición pública de Irene Visedo, se ha producido con motivo de la presentación de la serie de Netflix ‘Las Chicas del Cable’.

Irene escogía para la ocasión un outfit con un toque de riesgo mezclando, rayas (en su conjunto dos piezas) y plata (en sus zapatos). Un toque de sofisticación poco común en la actriz que siempre apuesta por la naturalidad.

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Desde que se despidiera de 'Cuéntame cómo pasó', la actriz ha seguido desarrollando su carrera de actriz, además de cultivar su parcela más espiritual. Cuando dejó la televisión, Visedo se centró en el cine y el teatro protagonizando películas como ‘La mujer del Anarquista’ o ‘Amores locos’.

Comenzaba también su gran cambio personal desde una perspectiva que le acompañaba desde pequeña como aseguraba en hola.com: “En el caso de la meditación no ha sido solo una moda; sino que comencé cuando era pequeña, cuando solo tenía 6 años”.

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En el terreno teatral, Irene fue protagonista de la obra ‘Medida por medida’ en el Teatro Abadía por aquel entonces, la actriz volvió a la pequeña pantalla encarnando a Cayetana Fitz-James Stuart, en la mini serie ‘La Duquesa’ .

Una tv movie que gozó de una gran aceptación por parte de la audiencia. Casi cuatro millones de espectadores, volvieron a darle un espaldarazo de popularidad. Era el año 2010

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En una entrevista para el diario ‘El Periódico’, Irene explicaba los motivos personales que le hicieron tomar la difícil decisión de cambiar de vida: “Cuando me fui lo hice porque realmente lo necesitaba, y me di permiso para hacerloEso es algo que en esta sociedad en la que vivimos no se entiende bien. Yo estaba realmente cansada, con mucho estrés y con una desorganización importante. Me hacía falta parar. Necesitaba otros proyectos

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En paralelo a su nueva faceta profesional llegaba el crecimiento personal a su vida (como ella misma lo ha llamado): “Además de al teatro y al cine, me dediqué a formarme muy seriamente en todo un proceso de medicina china y de taoísmo que me llevó a escribir un libro”.

Su cambio profesional también se hizo presente en su aspecto. Sus apariciones, más contadas que en los años anteriores, dibujaban una imagen de Irene más alejada del estilo al que nos tenía acostumbrados.

La actriz volvió a su pelo con rizos naturales. Un aspecto opuesto al que se había mostrado en los photocalls durante el comienzo de su carrera.

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Del aprendizaje a la enseñanza, la actriz Irene Visedo se hizo maestra en meditación y, en la actualidad imparte clases de varias disciplinas relacionadas con la consciencia plena o ‘Mindfullness’.

Una faceta que compagina a la perfección con su trabajo como actriz, como confesaba en una entrevista realizada al diario ABC, y que vuelve a tenerla muy ocupada: “Lo ideal es practicarlos al menos quince minutos o media hora al despertarse o ir a dormir, porque en esos momentos estamos más allí que aquí, a veces no queda más remedio que aprovechar el ratito que uno tiene

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Irene  se ha desmarcado de todo tipo de clichés, políticos, religiosos o económicos: "Uno de los éxitos del Mindfullness es que al descontextualizarlo de la religión y la espiritualidad es mucho más efectivo incluso para randes empresas que pueden aprovechar sus beneficios como incentivo en el trabajo".

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El cambio interior de Irene Visedo, se ha hecho patente en su estilo. Si en sus comienzos, la actriz apostaba por estilismos más llamativos, con el tiempo Irene ha depurado sus outfits, tanto en silueta como el colores. Asegura que la tendencia le interesa pero no es esclava de las modas.

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