En su interior, con algo más de 23.000 metros cuadrados, se hace un repaso a la historia del cine y no solo al americano, también están representados el cine negro, el hispano...
Es posible ver decenas de trajes de las distintas producciones, como el rojo de Julia Roberts en Blancanieves; el de Charlton Heston, en Ben-Hur; la máscara de Allien o el vestido de Meryl Streep en Mamma Mia! También miles de carteles de películas y guiones, objetos de todo tipo, fotografías y dibujos de producción… es un paraíso sorprendente a cada paso.
Un lujo es adentrarse en las salas dedicadas a Casablanca o El Padrino, donde se exhiben trajes, objetos de culto, escenarios y hasta los primeros borradores del guion del año 68, pocos antes de que se estrenara, con las anotaciones de Francis Ford Coppola al margen.
Podrás revivir, en enormes pantallas, momentos únicos como cuando los actores recogen un Oscar y volver a escuchar el emocionante discurso de Halle Berry al convertirse en la primera mujer negra en ganarlo en 2002. O emocionarte recogiéndolo tú mismo en “The Oscar Experience” y sostener un auténtico Oscar en tus manos y agradecer el haberlo recibido, al estilo de las grandes estrellas.
También lee: ¿Qué estrellas de Hollywood han caído rendidas a estos 10 rincones españoles?