En el Día de los Indianos de La Palma, la vestimenta es protagonista importante. Los hombres llevan guayaberas, pantalones blancos y trajes blancos de lino, las mujeres, vestidos de época y sombrillas con encajes que son diseños exclusivos y rememoran la opulencia de esa clase social acomodada que regresó del otro lado del mundo cargada de oro y alhajas y disfrutaba luciendo sus riquezas. Gracias a los cursos de costura puestos en marcha por el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, la vestimenta es fiel a la realidad de aquellos días, para lo que se consulta incluso con historiadores. Según su responsable Raquel de Paz, “aquí no nos disfrazamos, realmente nos vestimos para los Indianos”.
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El reto cada año es sorprender con los diseños, los zapatos se forran a juego con la ropa, se confeccionan pamelas, tocados o sombreros originales y, por supuesto, se llevan las joyas, leontinas y todo el lujo que se pueda mostrar, “como los puros habanos, muy típicos”, añade. Reflejo de esta riqueza son también los billetes con los que se completa el atuendo, que sobresalen de la maleta, de los bolsillos y hasta de los sombreros.