La vocación empresarial de Carlos Slim Helú se ha visto reflejada en cada uno de los proyectos que ha emprendido a lo largo de su amplia trayectoria, en la que destaca su papel como fundador de los consorcios América Móvil y Grupo Carso. El magnate -quien ha ostentado los primeros puestos de la lista de los hombres más ricos del mundo en los últimos años- se ha distinguido por su característica visión de negocios, la cual ha quedado plasmada en el sustancioso discurso que ha pronunciado durante su visita a la capital de España, donde el Rey Felipe VI le ha hecho entrega del Premio Enrique V. Iglesias al desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano. Acompañado por varios miembros de su familia, incluida su novia Mercedes Sánchez Navarro, el propietario de Telmex ha aprovechado los micrófonos para hacer una retrospectiva de su historia, una charla que ha llevado más allá al profundizar sobre los cambios sociales, la modernidad, el desarrollo social y el combate a la pobreza.

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Teniendo de telón de fondo el Palacio de La Zarzuela, Carlos fue el protagonista de una breve ponencia, la cual concluyó en la comida que organizó el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) en el Teatro Real de Madrid con motivo de la premiación del empresario mexicano: “Lo más notable de esta nueva civilización, y de esto estoy convencido, es de que reclama que la población esté educada, esté capacitada, que aprenda, que sepa y al mismo tiempo que trabaje. Es decir, recuperar de la marginación, del autoconsumo y de la ignorancia con alfabetismo e incorporarla a la sociedad, de manera que se fortalezca el mercado interno y la economía”.

Haciendo memoria sobre sus antepasados, el magnate recordó algunos pasajes de su herencia familiar haciendo hincapié en los aprendizajes que le dejó su padre, quien fuera fundador de Estrellas Oriente: “Mi papá falleció cuando yo tenía 13 años, pero nos dejó varios principios familiares y valores: que el empresario es un creador y administrador temporal de la riqueza; que tenemos un compromiso y una responsabilidad social; que todos los tiempos son buenos para quien sabe trabajar; y la importancia de la reinversión permanente: el dinero que sale de la empresa, se evapora”, agregó en declaraciones retomadas por El País.

Su firme postura ante una nueva era

Asimismo, Carlos Slim se refirió a los cambios que conlleva esta nueva era: “La pobreza, la marginación y la ignorancia fueron siempre problemas éticos y de justicia social, pero hoy son una necesidad económica por lo que la mejor inversión pública y privada es combatir a la pobreza e incorporar a la población marginada a la educación, salud y al empleo cada vez mejor remunerado”, indicó el empresario, cuyas palabras no solo han acaparado los titulares nacionales e internacionales sino también ha dado paso a múltiples debates.

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Más adelante, el empresario expuso cuál es, en su opinión, un modelo a seguir: “El mejor ejemplo de esto es China: ningún país del mundo tiene una clase media de su dimensión, hoy hay cientos de miles de chinos que estudian posgrados en las mejores universidades del mundo, y ya tienen mejor tecnología en muchos sectores”.

Además de resaltar su contribución al ámbito de los negocios, el jurado al frente de la entrega de dicho reconocimiento, ha exaltado la labor filantrópica que el empresario ha emprendido a través de su fundación, con la que ha puesto en marcha distintos programas enfocados en la salud, el empleo, el medioambiente, el deporte y la cultura. “Es un empresario diferente, y así lo demuestra en todas las decisiones que toma”, afirmó la presidente de Ceapi, Nuria Vilanov, “Era obvio que el ganador debía ser él”.