Para completar el estilismo Laura se decantó por unos zapatos de color rosa. Un tono que eligió por dos motivos: es su preferido y "no me gustan los zapatos blancos, los veo demasiado clásicos, y dando el toque de color me sentía más cómoda y más yo. De hecho, toda la boda jugaba con el color rosa, mis damas de honor, la web, las decoraciones, las flores, las mesas…", añade.