Paralela a ‘la votación popular’ realizada entre más de veinte mil lectores que han querido participar en nuestra tradicional encuesta, nuestro Jurado de expertos ha votado entre las doce finalistas de este año. Con su mirada experta y la objetividad por bandera, los miembros del Jurado tuvieron que dar entre cinco y un punto a las doce mujeres elegidas para la fase final de nuestro concurso. Nos costa que no ha tenido que ser fácil decantarse por ellas. Y en esta ocasión, su refinada mirada hacia el mundo de la moda no ha coincidido con la opinión de nuestros lectores.

No podemos pasar por alto que la infanta Elena ha sobresalido de entre todas las mujeres con cincuenta y un votos. Ha sido la gran favorita. Y lo es porque, desde que se casó en 1995 con Jaime de Marichalar, su estilo experimentó un cambio notorio, que la hizo convertirse en una de las damas más elegantes de nuestro país. Y ya lleva diez años de elegancia cuidada (sabe combinar la sofisticación de las grandes ocasiones, sin tener miedo a lucir pamelas de volver la vista, a la comodidad y un estilo «sport» propio de una excelente deportista como es ella).

En segundo lugar, cabe destacar la presencia de Rosario Nadal. Si nuestros lectores casi han olvidado a la esposa de Kyril de Bulgaria en la gran final, el comité de expertos la ha tenido bien presente en sus votos (treinta y cinco ha obtenido) y la ha situado en un segundo lugar. Esta bella mallorquina es elegante y sabe de moda como pocas. Fue imagen de Valentino, a quien es fiel siempre que la ocasión lo pide, y se pronuncia a favor de la nueva generación de americanos, como Marc Jacobs y Michael Kors.

En tercer lugar, otra belleza casada con un miembro de la realeza europea en el exilio, Marie-Chantal Miller, la esposa de Pablo de Grecia, muy vinculada también al mundo de la moda (de hecho, abrió el pasado mes de octubre una tienda de ropa infantil). Carolina de Mónaco, a quien nuestros lectores no han hecho, según el parecer del Jurado, justicia en cuanto a elegante, ha obtenido un cuarto puesto. Cierra este listado Inés Sastre, la única mujer, de las cinco primeras, sin tener relación directa con la realeza europea. Inés Sastre es sinónimo en las pasarelas del mundo entero y en el celuloide con sus incursiones en el séptimo arte, y en el mundo de la publicidad, un referente de elegancia y belleza.

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