¿Qué chip me pongo? (I)

¿Sabía usted que ya puede comprar un chaleco capaz de controlar su frecuencia respiratoria? Increíble, pero, sobre todo, útil. Con esta palabra se define la moda inteligente. Trajes que, además de proteger del frío, sirven para conectarse a la red, intercambiar y recibir información o regular las necesidades fisiológicas.

Las industrias de la informática y la moda llevan algún tiempo experimentando con la posibilidad de fusionarse para crear prendas inteligentes que faciliten la vida del hombre y, al mismo tiempo, sean cómodas y elegantes.

Computadoras ponibles es el nombre con el que se ha bautizado a estas prendas que están madurando en distintos laboratorios del mundo. En el MediaLab del Massachussets Institute of Technology (MIT) se está buscando la manera de introducir chips en las fibras para que las prendas sean capaces de regular la temperatura corporal, enviar al organismo pequeños mensajes para aconsejar sobre la alimentación más adecuada, pedir un lavado cuando lo necesiten o medir las constantes vitales.

Por otra parte, en la universidad de Pisa, en Italia, los investigadores que dirige el profesor Danilo Rossi han diseñado un jersey médico que permite medir la presión arterial e, incluso, trazar un electrocardiograma.

Pero el gran reto de todos los investigadores es conseguir que la ropa inteligente sea cómoda y bonita. Por ello, están estudiando cómo integrar todos los circuitos en el tejido. De esta manera se evitará que se vean las baterías y que haya cables colgando desde las gafas hasta el cordón del zapato.