Medusa inmortal (Turritopsis nutricula)
Desde la ciencia siempre se ha tratado de determinar qué organismo es capaz de autorregenerarse para mantener la mayor longevidad o, como en el caso de la medusa inmortal, la vida eterna. Lo que consigue esta medusa no es vivir para siempre, sino cambiar de estado en función de las condiciones, y volver a un a fase de pólipo (que para las medusas es el más primario) y resguardarse durante un tiempo hasta conseguir los nutrientes y las condiciones necesarias para volver a aflorar y desarrollarse como un espécimen adulto. Fue en los años 80 cuando se logró determinar que esta medusa es capaz de no llegar a morir nunca, y en cuanto se pudo se secuenció su genoma para conocer qué le permite rejuvenecer y andar constantemente en una línea de tiempo móvil, determinándose que esta medusa dispone de células pluripotentes, que pueden cambiar de forma y de función, y gracias a ello y a la enorme simplicidad del organismo de este tipo de ser marino, ser capaz de hacerse pólipo, madurar y volver a rejuvenecer sin límite.
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