Tan solo ha estado dos temporadas en el Schalke 04, pero la afición del equipo alemán jamás olvidará a Raúl González. Su profesionalidad, su buen juego y su intachable carrera han dejado huella en los corazones de todos y así se lo hicieron saber en el partido que supuso la despedida del delantero español del público de Gelsenkirchen.
Eso si, no se fue de cualquier forma. Raúl respondió a los cánticos, aplausos y palabras de cariño de las gradas marcando uno de los goles que dieron la victoria al Schalke por 4-0 ante el Hertha. “Gracias, señor Raúl”, decía una pancarta de unos aficionados. “En nuestros corazones te quedarás siempre”, podía leerse en otra. Y es que el futbolista se ha convertido en una insignia del club durante las últimas dos temporadas, por eso, recibió el tributo del club y sus aficionados.
El jugador agradeció el calor de todos los seguidores, sin embargo, no habría sido lo mismo sin la presencia de su familia, que son su apoyo mas incondicional. Tras finalizar el encuentro, Raúl saltó al campo con su 'tropa': Jorge, Hugo, los gemelos Héctor y Mateo, y la pequeña María, que lucían las camisetas de color azul del equipo con el dorsal de su padre, el número 7, y sus respectivos nombres. Sus cinco hijos se quedaron atónitos con el espectacular homenaje que le hicieron los sesenta mil aficionados que acudieron al estadio, sobre todo el mayor, que al ver llorar de emoción a su padre no pudo contener las lágrimas.
"Danke, danke", repetía agradecido mientras daba la vuelta al campo con sus hijos. "Venga María, anima a papa”, le decía el futbolista a su hija, que acaparó todos los flashes cuando se puso a saludar con la mano a su madre, Mamen Sanz, que desde la grada grabó con su móvil estos momentos tan emotivos que, sin duda, quedarán en su memoria para siempre.
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