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Adriana Abascal bajó las escaleras de la mansión de Bel Air con un precioso vestido de Christian Lacroix en sifón de seda y encaje bordado. El ex presidente de Telefónica le esperaba vestido con un tradicional chaqué y luciendo los gemelos de brillantes y zafiros que la joven mexicana le había regalado.
Finalmente no fue Oscar de la Renta el encargado de vestir a Adriana Abascal uno de los días más felices de su vida y tampoco asistieron tantos invitados conocidos como se esperaba pero el enlace de la que fuera Miss México y Juan Villalonga fue, como ya se había anunciado, una boda al más puro estilo Hollywood con limousinas , trajes largos para las señoras y smoking para los caballeros y una carpa adornada con muchas flores en el jardín en que se ofició la ceremonia civil. Y los novios "muy felices", como dijo una de las invitadas a su llegada a la casa de Bel Air y como había asegurado ya Nieves Cisneros, la madre de Adriana el día que dio a conocer el futuro enlace de la pareja.
La pareja llegó al jardín en que se celebró la ceremonia civil, adornado con espectaculares árboles de rosas blancas, como podrán ver en las fotografías publicadas en el especial de HOLA.COM, acompañados de sus padrinos, Alfonso Villalonga, hermano del novio, y la hermana de Adriana, mientras cinco niños vestidos de color marfil, entre los que estaba su hija Paulina, portaban las arras.
En el jardín de la mansión de estilo francés, que está valorada en cerca de 2.500 millones de pesetas, Adriana Abascal había dispuesto que se colocara una gran carpa blanca adornada con tul en el techo y con centros de rosas del color de su vestido en cada una de las 17 mesas.
Invitados selectos
Gloria Estefan y su marido Emilio fueron los primeros en llegar a la mansión de Bel Air. Aunque la participación, diseñada por Cartier, citaba a los invitados a las seis de la tarde del pasado sábado, pocos fueron los que acudieron puntuales. Entre los invitados españoles estuvieron Alberto Cortina y Elena Cúe y, como representante mexicana, la actriz Salma Hayek amiga de Adriana Abascal.
Los cerca de 200 invitados degustaron un exquisito menú en el que predominaba el marisco y el pescado y que había sido elaborado por el exclusivo restaurante Spago, que es el que sirve la cena que se da la noche de entrega de los premios Oscar. Tras la cena, una orquesta amenizó el baile que se prolongó hasta la medianoche.
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