Si las cocinas en línea ya venían pisando fuerte en el panorama decorativo de las cocinas, al sumar un elemento como una isla, esta distribución se convierte en la más anhelada. Es perfecta tanto para cocinas anchas, cerradas o delimitadas por cerramientos, como para las cocinas integradas en el espacio común de una casa. Su composición admite muchas variantes, siempre que haya un frente de mobiliario en línea que queda adosado a una pared y una isla con distintos usos y tamaños.
Con gran capacidad de adaptación
Las cocinas en línea con isla se pueden adaptar tanto a un espacio pequeño como grande, de techos de altura convencional o de gran altura. El frente de mobiliario de cocina que se adosa a la pared, en línea, puede cubrir todo el espacio de suelo a techo o no llegar hasta este. En función de esto se obtiene una mayor o menor capacidad de almacenaje. La isla también puede modificar sus dimensiones y así ser el único espacio de apoyo o contar con algo extra de encimera en el frente adosado a la pared. Aquí, en este proyecto de línea moderna de Jaime Salvá, en la isla se instalan fregadero y placa de cocción. Sus dimensiones aportan espacio de trabajo, se prolonga la encimera en una barra y cuenta con muebles, que suman al lineal de la pared, donde se integran los electrodomésticos, se diseñan dos vitrinas verticales y un espacio desayunador central.
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