Así conseguirás que tu casa huela siempre bien

¿Tu casa huele raro? ¿A veces te asaltan olores desagradables? Para evitar esta situación y conseguir que todos los rincones destilen aroma a limpio, has de empezar por eliminar los focos de suciedad y mal olor. Aquí tienes algunas pistas que te pueden ayudar.

Que corra el aire fresco

Ventilar correctamente la casa es lo primero que debemos hacer si queremos acabar con los malos olores y el ambiente enrarecido de los interiores. Hacerlo todos los días (y hacerlo bien) será la mejor garantía de que respiras un aire limpio y sano. Por eso, abre las ventanas por las mañanas durante 10 o 15 minutos. Con ese tiempo será suficiente, aunque si es necesario puedes ventilar varias veces al día. No solo es importante para renovar el ambiente, sino que es una medida eficaz para combatir los ácaros del polvo. Si eres alérgica, o vives con uno, deja las ventanas abiertas durante más tiempo.

No “enmascares” los malos olores

Si detectas que en algunos rincones de la casa huele mal, no trates de ocultarlo utilizando ambientadores. Los efluvios se mezclarán y el resultado puede ser nefasto. Es mejor que te centres en localizar el origen del problema y lo elimines de raíz. Después, si quieres, podrás buscar soluciones para aromatizar tu hogar. Recuerda que para eliminar los olores desagradables lo primero que has de hacer es extremar la limpieza de ciertos puntos clave, y utilizar neutralizadores en caso de que sea necesario (como el bicarbonato de sodio o el carbón vegetal).

Un buen ambiente en el salón

El salón es el centro de tu casa, el lugar en el que más tiempo pasáis juntos toda la familia. Y eso conlleva risas, entretenimiento, buenos ratos y, a veces, un ambiente demasiado cargado. Para solucionarlo, además de ventilar, conviene eliminar los malos olores de los textiles, lavando cortinas y visillos con frecuencia, y rociando las tapicerías y alfombras con bicarbonato (deja actuar durante una noche y aspira a fondo al día siguiente).

Un consejo: nunca pulverices ambientadores ni perfumes sobre muebles o tapicerías. Podrías estropearlos provocando manchas y cercos imposibles de eliminar. ¿Quieres un truco para hacer que tu salón huela genial? Introduce en la bolsa del aspirador o en el depósito un ambientador específico (hay barritas perfumadas para ese uso con diferentes fragancias). También puedes utilizar una toallita de las que se usan para que no destiña la ropa en la lavadora mojada en agua de colonia.

Aire puro en la cocina

Si no tomas las medidas adecuadas, tu cocina puede convertirse en un foco constante de mal ambiente. Las tareas culinarias que realizamos a diario generan olores ricos… y otros que no lo son tanto.

En especial has de tener cuidado si tu cocina está abierta al salón. En ese caso conviene que instales una campana extractora potente y eficaz. ¿Necesitas un remedio eficaz para eliminar los malos olores de la cocina? Confía en el vinagre blanco; será uno de tus grandes aliados. Te ayuda a mantener limpio fresco el lavavajillas, si lo pones de vez en cuando vacío y con un buen chorro de vinagre, en un programa a alta temperatura. También te sirve para acabar con las emanaciones que salen del fregadero. ¿Sabías que es uno de los rincones más “sucios” de tu casa? Vierte por el desagüe vinagre caliente y después sal y bicarbonato a partes iguales. Deja actuar unos 20 minutos y abre el grifo. Problema resuelto.

El cubo de la basura

Es uno de los puntos negros que debes cuidar para no tener malos olores en casa. Además de tirar la basura a diario, has de mantenerlo limpio ya que de lo contrario pueden proliferar los gérmenes y las bacterias. Friégalo con agua y jabón y, si huele muy mal, espolvoréalo con sal, añade agua fría y lávalo.

Un truco: coloca en el fondo del cubo un poco de bicarbonato para neutralizar posibles efluvios desagradables.

El baño, siempre fresco

¿Cada vez que entras al baño en lugar de oler a limpio percibes un desagradable olor? Para acabar con el problema tendrás que averiguar por qué sucede esto. Puede ser por varias razones, aunque la más común es que tengas un problema en las tuberías. Si el desagüe, por ejemplo, se atasca ligeramente puede generar hedor. La solución pasa por desmontar el sifón para limpiarlo y volver a montarlo después, teniendo cuidado de colocar perfectamente las juntas de goma que lleva para evitar fugas de agua. La humedad es otro problema que provoca mal olor en el baño. Busca manchas o restos de moho y, si las encuentras, acaba con el problema reparando las humedades.

La mejor atmósfera para el relax

Tu dormitorio ha de ser un templo de descanso. Un refugio relajante en el que sentirte bien, y para eso ha de respirarse en él un entorno de paz y serenidad. Evita el uso de ambientadores demasiado intensos y embriagadores y, si quieres perfumar ligeramente, opta por esencias muy suaves a lavanda o camomila.

Para que la ropa de cama esté fresca y sea todo un placer deslizarte entre las sábanas, cámbialas al menos una vez a la semana y mantén limpios edredones, mantas y colchas.

Un truco: puedes perfumar tus juegos de cama añadiendo un aromatizador suave al agua de planchado.

Frescura y limpieza en tu armario

Uno de los errores que solemos cometer y que pueden provocar olores desagradables en nuestro armario es guardar la ropa húmeda, sin que se haya secado totalmente. ¡Evítalo! Además, es buena idea colocar saquitos de tela con flores secas de lavanda en los cajones y colgadas de la barra de la ropa.

Un consejo: si tu armario huele a cerrado, vacíalo, límpialo a fondo y pásale un trapo humedecido en alcohol de romero.

Un zapatero sin malos efluvios

El calzado genera malos olores, en especial si los guardas en un sitio cerrado, que es lo más habitual. Para paliar este problema en lo posible, puedes poner en el zapatero un trozo de carbón vegetal o un tarro de cristal con bicarbonato con la tapa agujereada.

Un consejo: antes de guardar las zapatillas de deporte, por ejemplo, pon en su interior unos polvos de talco. Así se secará el sudor que pueda quedar en ellas y no se multiplicarán las bacterias causantes del mal olor.

Ambientar con soluciones naturales

Una vez has acabado con los olores desagradables que tenía tu hogar, es el momento de buscar alternativas que perfumen el ambiente, si te gusta. Los ambientadores comerciales perfuman de forma agradable, pero están fabricados con compuestos químicos que pueden ser perjudiciales para el ecosistema natural. Mejor optar por alternativas ecológicas como los aceites esenciales. Elige tu favorito y úsalo con un difusor de los que llevan una velita para calentar el aceite.

Otras ideas consisten en usar velas perfumadas (has de tener mucho cuidado de no ponerlas cerca de cortinas o tapicerías y tampoco en corrientes de aire). En la cocina puedes plantar hierbas aromática en macetas.

Un truco: después de usar el horno, aprovecha que se está enfriando para meter unas cáscaras de limón o de naranja y deja la puerta abierta. Verás que bien huele.