El ‘art déco’ surgió en 1910, y desde entonces ha estado con nosotros, con periodos de hibernación, en ocasiones casi desaparecido, mezclado con otros estilos o con resurgimientos espectaculares, como el de ahora. Estamos ante un clásico moderno o un moderno clásico, nacido para seducir, mezcla de diferentes tendencias artísticas (‘fauvismo’, constructivismo, cubismo…) por lo que es difícil no ‘picar el anzuelo’ y rendirse a su embrujo y belleza.
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Orígenes
1925 fue su año culmen, gracias a la ‘Exposición de las Artes Decorativas e Industriales Modernas’, que se celebró en París. Mucho más que un estilo decorativo o una corriente arquitectónica, se trata de un nuevo estado de ánimo que nació como respuesta al ‘art nouveau’ y sus formas curvas y excesivas, apostando por la simetría y el orden clásicos y la sencillez de las líneas rectas, mucho más en sintonía con el ritmo de vida del momento, rápido y ligado a los avances tecnológicos y accesible para todos, no solo para la alta burguesía. Diego Gronda, CEO de Studio Gronda nos ayuda a entenderlo mejor y nos da las claves para integrarlo de forma natural en nuestro hogar.
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