Es inevitable. Nos llega tanta información sobre decoración de sitios tan distintos que es fácil, ya no solo mantenerse al día en las tendencias en interiorismo, sino también aburrirse de lo que tenemos en casa (decorativamente hablando) y buscar alguna excusa para darle un aire nuevo a cualquier estancia, especialmente al salón. El lugar donde te gusta reunirte con los tuyos para charlar, ver la tele, organizar juegos de mesa o simplemente desconectar después de un día de trabajo agotador, más que aburrirte, tiene que enamorarte. Por eso, si crees que la rutina está haciendo de las suyas y tu salón ya no te resulta tan atractivo como antes, ¡ha llegado la hora de darle vidilla! ¿Cómo? Tranquila, porque lo que te vamos a proponer no implica ni obras, ni cambiar todos tus muebles. Son gestos muy sencillos, pero realmente efectivos. Y si no, mira.
Crea una pared de contraste
Puedes elegir la pared del fondo del comedor o la del sofá como hizo en este caso el estudio KELE voy a hacer. Esta opción, además de estar de moda, es genial para añadir una nota de color a espacios pequeños de manera impactante. Lo ideal es que te decidas por un color que contraste con el resto de las paredes, aunque si te parece "too much", pinta en dos o tres tonos más subidos. Además, puedes complementar este frente con una serie de estantes para ganar, no solo un nuevo look, sino también funcionalidad.
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