Bajo la sombra de Greta Garbo, Vivien Leigh, Jacqueline Bisset y Sophie Marceau, se asoma la nueva Anna Karenina, Keira Knightley. Dama por excelencia de películas de época y heroína de los libros de Jane Austen, Knightley es ahora la protagonista de la nueva adaptación del clásico de León Tolstói, que tantas veces se ha llevado al cine. Con apenas 27 años y una dilatada carrera en el cine, la protagonista de Orgullo y prejuicio ha encontrado su talento en las películas de época. Pese a su versatilidad en papeles de títulos como Quiero ser como Beckham, Piratas del Caribe o The Hole, son muchos las personajes históricos que ha interpretado esta actriz - El rey Arturo, Expiación, Seda, La Duquesa, My Fair Lady...
En la nueva versión de la obra cumbre del realismo literario ha compartido cartel con su amigo Jude Law y Aaron Taylor-Johnson. La cinta, ganadora de un Oscar al mejor vestuario y ambientada en en el fastuoso mundo de la aristocracia rusa, cuenta la historia de la joven e inquieta Anna Karenina, cuyo matrimonio con un poderoso funcionario no es más que una farsa para ella. El destino la cruza con el apuesto conde Wronsky, con el que surgirá una chispa que les llevará hasta el límite de lo establecido.
Actrices de leyenda
A lo largo de la historia del cine actrices de la talla de Greta Garbo, Vivien Leigh, Jacquelin Bisset o Sophie Marceau han encarnado a esta heroína de la literatura rusa.
Greta Garbo y Frederick March protagonizaron la desgraciada aventura sentimental de una mujer adelantada a su tiempo. Esta versión cinematográfica se ganó el aplauso de la crítica en su estreno el 30 de agosto de 1935, en el Teatro Capitol de Nueva York.
Unos años más tarde, en 1948, se llevó al cine una nueva versión interpretada por Vivien Leigh. La inolvidable Escarlata O’Hara de Lo que el viento se llevó interpretó a esta heroína de novela bajo la dirección del francés Julien Duvivier.
Jacqueline Bisset y Christopher Reeve se atrevieron con una versión para televisión de una de las obras cumbre de la literatura rusa en 1985.
Y por último, en 1997, el cineasta inglés Bernard Rose llevó este clásico al cine con Sophie Marceau.
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