Tiene 24 años y es una joven aspirante a actriz. Annie Starke, la única hija de Glenn Close, nacida de su relación con el productor John H. Starke, tiene a quien parecerse y el mejor ejemplo lo tiene en su propia casa. Madre e hija son inseparables y es habitual verlas juntas en las alfombras rojas de un lado y otro del país. Cuando van juntas, su parecido físico se hace más evidente.
En esta ocasión la cita era la entrega de premios American Giving Awards en Pasadena, California, y esa noche Glenn recibía un galardón por su contribución para concienciar al mundo sobre las enfermedades mentales. La protagonista de Atracción fatal fundó la organización BringChange2Mind a raíz de que en su familia estuvieran presentes este tipo de enfermedades mentales. En su árbol genealógico se incluyen casos de desorden bipolar y esquizofrenia, entre ellas la hermana de la actriz, Jessie. Por este motivo madre e hija quisieron apoyar esta causa y asistieron juntas a esta gala.
Annie parece dispuesta a seguir sus pasos no sólo en el ámbito solidario, sino también en el mundo de la interpretación. Ha participado en una de las películas de su aclamada mamá, Albert Nobbs, e hizo su debut en Broadway con la obra Love, Loss and What I Wore. Glenn se siente muy orgullosa de su hija y en más de una ocasión lo ha dicho en público . “Eres mi soporte y estoy muy orgullosa de ser tu madre”, le dijo cuando fue galardonada con el premio Donostia en el Festival de San Sebastián.