Además, el frío, según Vania Pantic, médico especialista en medicina estética facial y corporal del Grupo Pedro Jaén en La Moraleja, baja la inflamación cutánea y favorece la hidratación porque, en contraposición, el agua caliente vasodilata y reseca. Asegura que "para el folículo piloso también es beneficiosa". Por eso recomienda ducharse siempre con agua templada y acabar con agua fría. No estipula un tiempo fijo de exposición. "Cuanto más aguantes, mejor", afirma. Recomienda empezar poco a poco. Planteárselo como un reto. Y recuerda que los deportistas profesionales acaban los entrenamientos con baños de agua fría e incluso hielo.
Actrices como Tessa Brooks también recurren a estas terapias de choque en The Alo House, y es que, como indica desde Clinique La Prairie la doctora María Rosa García Maroto, "el frío estimula la circulación sanguínea, descongestiona la piel, reduce la inflamación, minimiza los poros, el acné y las manchas, baja la hinchazón de bolsas y ojeras y reduce las arrugas". Así, los baños fríos no solo son una terapia pensada para deportistas sino también para todas aquellas personas que quieran mejorar el aspecto de la piel.