La pareja de la recordada Marisol falleció a los 63 años

Las imágenes de las hijas de Pepa Flores, muy afectadas en el tanatorio de Massimo Stecchini

Celia y Tamara estuvieron arropadas por amigos de la familia en estos momentos de dolor

Por M. J. S

La familia de Pepa Flores está sumida en el dolor tras la repentina muerte de Massimo Stecchini, pareja de la artista, a los 63 años de edad. Muy afectadas, las hijas de la recordada Marisol han recibido el apoyo y el pésame de amigos de la familia en el tanatorio, donde se las ha podido ver muy afectadas. Celia Flores, de 41 años, y Tamara Esteve, de 46, no pudieron evitar las lágrimas mientras sus allegados las confortaban con un abrazo. Se pudo ver además en el tanatorio al hijo de Massimo. Con el gesto triste despidieron al que durante 35 años fue el marido de su madre, con quien llevaba una vida tranquila alejada del foco mediático.

La que fuera niña prodigio del cine español, que cumplió 75 años el pasado febrero, se alejó del revuelo de la fama a mediados de los años ochenta. En su Málaga natal encontró su refugio después de una intensa carrera que comenzó cuando tenía apenas once años en la película Un rayo de sol (1960). Su prodigiosa voz y su talento para la interpretación la convirtieron en una de las artistas infantiles que pasarían a la historia del cine español.

La verdadera razón por las que se retiró Pepa Flores

Sería allí donde además su corazón volvió a ilusionarse con Massimo Stecchini, gerente de la pizzería Trastevere, con quien mantenía una estable relación desde hacía más de tres décadas. Pepa Flores se casó por primera vez en 1969 con Carlos Goyanes, junto a quien estuvo hasta 1972. En 1973, conoció al bailarín Antonio Gades, con quien tuvo a sus tres hijas: María Esteve (48), Tamara Esteve (46) y Celia Flores (41). En 1986, sus caminos tomaron diferentes rumbos, puesto que el bailarín acabó con su matrimonio para comenzar un idilio con la multimillonaria alemana Daniela Frey. Fue entonces cuando Massimo llegó a su vida, compartiendo con ella esta etapa de su vida, truncada ahora por su muerte prematura.

Su relación transcurrió siempre con una gran discreción y ambos se mantuvieron siempre muy unidos. El fallecido era dueño de la pizzería El Trastevere, que anteriormente era propiedad de su hermano, y fue el gran apoyo de Pepa durante estos últimos años. Con motivo del 75 cumpleaños de su madre, María Esteve explicaba que la artista estaba tranquila en su retiro. Por desgracia ahora afronta uno de los momentos de mayor tristeza tras perder al amor de su vida.