Los Medinaceli, una noble familia descendiente de los Reyes de Castilla

Posee más de cincuenta títulos nobiliarios -algunos más antiguos que los de la Casa de Alba-, once de ellos con grandeza de España, y un patrimonio compuesto por palacios, tierras y obras de arte

Por hola.com

Medinaceli es la primera casa de España por la calidad de sus títulos y por sus posesiones patrimoniales, según explicó a ABC el historiador Jaime Salazar, director de la Real Academia de Estudios Matritenses. Descienden directamente del Rey Alfonso X el Sabio, a cuyo heredero, el Infante Alfonso de la Cerda, le fue arrebatado el trono de Castilla de forma ilegítima. Sostienen, por tanto, que son la rama primogénita de los Reyes de Castilla, de ahí que tenga el privilegio de denominarse Real y Ducal Casa de Medinaceli y que esta familia haya sido notable por su lealtad y fidelidad a los Reyes de España

La familia posee más de cincuenta títulos nobiliarios -algunos más antiguos que los de la Casa de Alba-, once de ellos con grandeza de España, y un patrimonio compuesto por palacios, tierras y obras de arte. Entre los monumentos más importantes que poseen se encuentra El Hospital de San Juan Bautista, más conocido como Hospital Tavera, es el más importante edificio del clasicismo renacentista toledano; la Casa de Pilatos, en Sevilla; el Palacio de Oca, en Pontevedra; y la Sacra Capilla del Salvador, en Úbeda, Jaén.

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En la imagen el Hospital Tavera, donde se casó Pablo de Hohenlohe con María del Prado Mugiro

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Los Medinaceli, junto a los Alba, los Osuna y los Medina Sidonia, representan el núcleo duro de la nobleza de nuestro país. Según el historiador José Miguel Carrillo Albornoz, autor del libro Duquesas, “aunque se hable más de la Casa de Alba, la de Medinaceli es más prominente porque por su linaje y sangre es la heredera de la primogenitura real de la corona de Castilla, y desde siempre, en España, los duques de Medinaceli han sido los primeros entre los grandes”.

La muerte del último Duque de Medinaceli, Marco Hohenlohe Medina, se ha producido tres años después del fallecimiento de su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa. La duquesa de Medinaceli compartió protagonismo en la segunda mitad del siglo XX con Cayetana Fitz-James Stuart, Alba; Luisa Isabel Álvarez de Toledo, Medina Sidonia; y Ángela María de Solís-Beaumount, duquesa de Arcos y heredera de Osuna. Estaba en posesión de más de cuarenta títulos nobiliarios, once de ellos con grandeza de España, lo que la convertía en la segunda mujer con más títulos de España, por detrás de su gran amiga, la duquesa de Alba. Victoria Eugenia era una mujer que unió siempre la discreción a una labor muy activa en la vida cultural y social de la capital andaluza gracias a la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, y gozó de un gran reconocimiento en la ciudad de Sevilla, donde impulsó numerosas actividades, convirtiendo el palacio familiar en centro ineludible de reunión a mediados del pasado siglo.

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El encargado de gestionar dicha Fundación es Ignacio de Medina, duque de Segorbe, el único hijo vivo de los cuatro que tuvo Victoria Eugenia Fernández de Córdoba con Rafael de Medina. A sus 69 años, preside la fundación que creó su madre en 1978 para gestionar el patrimonio arquitectónico y artístico de su familia. Una tarea que lleva a cabo con la ayuda de sus dos hijas -Sol María Blanca de Medina y Orleans-Braganza, condesa de Ampurias y Ana Luna de Medina y Orleans-Braganza, condesa de Ricla-, y sus siete sobrinos, entre los que se encuentran, Rafael y Luis de Medina, hijos de Naty Abascal.

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Su sobrino Pablo de Hohenlohe es el presidente adjunto de la Fundación. En un expectacular reportaje concedido a la revista ¡HOLA!, realizado en el Palacio de Oca, explicó cuál era su cometido. "En un principio es representar al presidente, mi tío el duque de Segorbe, pero ni él ni yo queríamos que mi cargo fuese únicamente de representación; a mí lo que me divierte es aportar ideas y soluciones nuevas para desarrollar la fundación desde un punto de vista más moderno y creativo. Soy diseñador desde hace muchos años y, quizá, esta profesión me esté ayudando a ello. Mi tío ha hecho una enorme labor recuperando bienes prácticamente destruidos o desaparecidos. Había castillos y palacios que pertenecían a la familia que ni la propia familia sabía que existían; era una época en la que la conservación del patrimonio era un asunto olvidado y lo poco que quedó necesitó de un inmenso trabajo de reordenación y restauración", explicó.

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Actualmente, la fundación es sólida y reúne una de las más importantes colecciones artísticas de Europa, de las que cabe destacar los seis Grecos, La Piedad de Sebastiano il Piombo, La mujer barbuda de Ribera o San Juan Bautista niño, única escultura de Miguel Ángel en manos privadas y una de las muy escasas situadas fuera de Italia. "Mi misión es continuar el gran trabajo realizado en el pasado e intentar que el patrimonio histórico de la Casa Medinaceli, que se conserva unido y sólido hoy en día, lo siga estando cuando haya otro cambio generacional, aunque lo que de verdad me gustaría es ampliarlo. Si bien la colección actual es muy grande, en el pasado lo fue mucho mayor, y recuperar obras artísticas, muebles o inmuebles de la casa sería lo que más satisfacción me podría dar", añadió.

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"Cuando mi abuela se murió, mi tío el duque de Segorbe me dijo que quería que yo me involucrase, que conociese el funcionamiento de la fundación y que le relevase en algunas de sus labores. Desde entonces, he estado prácticamente dedicado a ella, aportando ideas y soluciones, además de estudiar la historia de las distintas casas agregadas, así como la de los monumentos que tenemos o los que un día pertenecieron a mis antepasados", prosiguió. "En algunos monumentos, como la Casa de Pilatos o la capilla del Salvador, de Úbeda, los ingresos por visitas son suficientes para cubrir los gastos de mantenimiento; en otros, como el Hospital Tavera, en Toledo, o el palacio de Oca, los ingresos no son tan constantes y necesitamos buscar fórmulas nuevas de financiación. Como una primera idea, intentamos desarrollar el patrimonio intangible de la casa a través de la marca Duque de Medinaceli, que será, sin duda, una aventura interesante que, estoy convencido, nos llevará a desarrollarla perfectamente", concluyó.