Hace justo un año, Alejandro Sanz plantó el primer árbol en la azotea infantil que instaló la Fundación 'Juegaterapia' en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Entonces, el encargado de ayudarle a plantarlo fue Álex, un niño enfermo de cáncer que este año también ha estado con él, pero mucho más alto y totalmente recuperado, durante la visita que el cantante ha realizado al Jardín de ‘Mi Hospi’ en la planta 8 del edificio materno-infantil del hospital, un espacio de 800 metros cuadrados de zonas verdes, plantas, columpios y una gran cúpula que proporciona sombra para que los niños puedan jugar al aire libre mientras reciben sus tratamientos de quimioterapia.
Pablo Ibáñez, el popular “Hombre de Negro” de El Hormiguero y presidente de la fundación, ha agradecido al cantante español "el importante respaldo" que ha dado al proyecto y le fue presentando a los niños que no conocía, aunque ellos si lo conocían a él y no dejaban de repetirle "te veo en La Voz" o "eres mi favorito". Precisamente hace unos días, Raquel Perera compartió en Twitter una simpática fotografía de Alejandro con su hijo Dylan sentados en su silla del programa.
El cantante ha diseñado uno de los pañuelos del 'Baby pelón', un muñeco solidario que se vende para la ayuda a la investigación. Su diseño es especial, porque lo ha hecho con su hija Manuela. "Ella ha hecho la parte difícil, los muñequitos, yo he hecho el resto y he puesto la palabra 'guapa' y 'guapo' por todas partes, es así como yo llamo a la gente que quiero y me parecía bonito", explicó el artista, que portaba la muñeca y explicó que ha inculcado a sus hijos la importancia de ayudar y colaborar con los demás. "Mis hijos conocen todas las acciones en las que me involucro y en las que ellos forman parte, son conscientes plenamente y lo hacen con mucho amor y con mucho cariño."
Alejandro ha agradecido a todos los que han contribuido con sus donativos a apoyar la "juegaterapia" y a los que han comprado ya 76.000 "Baby Pelones", y ha querido mandar un mensaje de solidaridad, fuerza y esperanza a las familias de los niños enfermos: "Cuando uno es padre de un hijo, es padre de todos los niños del mundo y me dan ganas de abrazarles y de darles todo el cariño que les daría a mis hijos".
El músico reconoce que le llaman para participar en muchas labores solidarias y que tiene que elegir, pero las de niños son las que más le llaman "porque los niños son los que siempre pagan los platos rotos de los mayores, y creo que lo justo es luchar por ellos".
El músico estuvo de lo más amable y bromista no sólo con los niños, sino también con los papás y sobre todo con las mamás, que no dejaron de pedirle fotos y de bromear con él. Alejandro estaba encantado, a pesar del mucho calor que hacía en la ya instalada terraza de juegos del hospital madrileño.
En su encuentro con los medios, Alejandro adelantó que se le presenta un verano lleno de trabajo. "Tengo una gira bastante grande y estoy con los nervios. Estoy deseando empezar a ensayarla porque así se me quitan. Siempre me pongo un poco nervioso antes de la gira."
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