Impecable, con un cuerpo de escándalo y muy a la moda. Así apareció Jessica Alba en el Comic-Con de San Diego, donde demostró que ni la maternidad, ni sus veinte años en la industria del cine le han pasado factura.
La actriz californiana de 33 años regresa a las pantallas con la segunda parte de Sin City, de la mano de los directores Frank Miller y Robert Rodríguez, los primeros que apostaron por ella para un papel alejado del cliché de chica dulce que interpretaba hasta ese momento. Nueve años después, la “Ciudad del Pecado” regresa con nuevas tramas en las que Nancy, el mítico personaje de Jessica Alba, se vuelve más agresiva y según sus creadores “pierde la cabeza y es más guerrera”.
Durante la presentación en el festival de San Diego Jessica estuvo acompañada por sus compañeros de reparto Josh Brolin y Rosario Dawson, con la que ya compartió cartel en el primer Sin City, y con la que tiene una buena amistad. Ambas actrices se pusieron de acuerdo para lucir un peinado muy similar de inspiración mohicana, Rosario lleva un lateral de la cabeza rapada y Jessica se recogió esa parte con trencitas. El look de Jessica, como siempre admirado, se completó con un "crop-top negro" y una voluminosa falda de la firma australiana Zimmermann, que no dejo indiferente a nadie.
El nuevo trabajo de la actriz, Sin City: Una dama por la que matar, fue una de las cintas que más éxito tuvo durante el festival y se estrena en Estados Unidos el próximo agosto, con la intención de repetir el éxito de la primera, nueve años después.
Desde luego para Jessica Alba sus últimos años han estado rodeados de éxitos que le han servido para consolidarse como actriz, un camino que comenzó en el año 1994, con trece años, con pequeños papeles infantiles. Su salto a la fama se produjo con la serie Dark Angel en el año 2000, y su vocación de bailarina, le valió el papel protagonista en Honey en el año 2003, por el que fue nominada a mejor actriz revelación, en los Teen Choice Awards. Desde entonces no ha parado de trabajar y de demostrar su versatilidad a la hora de interpretar.
Pero los triunfos de Jessica Alba no terminan en el ámbito laboral, la actriz ha formado junto al productor Cash Warren la familia que tanto deseaban. En el año 2008 la pareja se casó en secreto en el juzgado de Beverly Hills y desde entonces forman un matrimonio perfecto: sonrientes, atractivos y enamorados. Completando esta estampa idílica llegaron las pequeñas, Honor-Marie, de cinco años, y Haven, de dos.
A pesar del trabajo de la actriz, que cuando terminó el Comic-Con se derrumbó en la cama del agotamiento y lo mostró en sus redes sociales, siempre encuentra tiempo para lo que es su prioridad, su familia. Jessica se encarga de realizar la compra, siempre sale de paseo con sus hijas y en cuanto pueden realizan pequeñas escapadas familiares para desconectar de la ciudad. La última vez a un pequeño paraíso en el Caribe mexicano, en donde la actriz y su familia estuvieron cogiendo el bronceado que ha lucido en el festival de San Diego.
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