Un 'sí, quiero' en las alturas

Fang y Zhao, fanáticos ambos de los deportes al aire libre, se conocieron un día escalando y, entre cordada y cordada, acabaron enamorándose. Poco después se prometían y, sin dejar este deporte extremo, que les apasiona y que los unió, se casaron. Al final, la suya fue una boda por todo lo alto, pues nada más convertirse en marido y mujer, salieron corriendo hasta el lugar en el que un día se encontraron por primera vez y se pusieron a escalar. Es decir, volvieron a las agrestes paredes de Liuzhou, en la provincia china de Guangxi, lugar muy propicio a llevar a cabo cordadas de vértigo. El suyo fue, sin duda, un original viaje de novios hacia las alturas.