La condesa de Polignac, de 53 años, claramente heredó el amor por el entretenimiento de su madre, pues año con año encabeza los preparativos para el circo. De hecho, ella organiza y supervisa todo el evento, incluso selecciona los actos que se llevarán a cabo. Su creatividad y su vena artística no solo es herencia de la difunta princesa Grace, sino que también de su padre, el príncipe Rainiero, pues fue él quien inicio el festival.