El príncipe Andrés y Sarah Ferguson parecen estar a punto de abandonar Royal Lodge, en Windsor debido a sus vínculos con Jeffrey Epstein. A pesar de contar con un contrato de arrendamiento prácticamente blindado que les permite residir allí a un precio simbólico, la presión pública para que se marchen va en aumento.
De acuerdo con nuestra revista hermana HELLO! se ha informado que están en conversaciones con el Palacio de Buckingham sobre dónde podrían alojarse tras dejar Royal Lodge, y todo apunta a que Frogmore Cottage, la antigua residencia del príncipe Harry y Meghan Markle, podría ser una opción. En medio de la polémica que los rodea, ha surgido la gran pregunta: ¿por qué siguen viviendo juntos 29 años después de su divorcio?
Andrew y Sarah se casaron en una fastuosa boda real en la Abadía de Westminster en julio de 1986, y anunciaron su separación amistosa en 1992, divorciándose cuatro años después. La pareja ha mantenido una estrecha relación, sobre todo gracias a sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, y ahora también tienen nietos. Su peculiar situación de convivencia tras el divorcio ha atraído mucha atención e incluso ha alimentado rumores de romance a lo largo de los años.
'Somos la pareja divorciada más feliz del mundo'
En una entrevista anterior con The Telegraph, Sarah describió cómo es su relación actual con el padre de sus hijas. "Siempre decimos que somos la pareja divorciada más feliz del mundo. Estamos divorciados el uno del otro, no separados. Somos padres que nos apoyamos mutuamente y creemos que la familia lo es todo. Estoy orgullosa del trabajo que hemos hecho juntos criando a nuestros hijos y manteniendo una familia
La ex duquesa también ha hablado en el pasado sobre su vida en Royal Lodge. El príncipe Andrés se mudó allí con sus hijas una vez finalizadas las obras de renovación en 2004, y se cree que su exesposa se unió a ellos en 2008. A pesar de haber residido allí durante muchos años, Sarah no lo considera su 'hogar'. "Cuando estoy en el Reino Unido, tengo la suerte de alojarme en Royal Lodge", declaró a The Telegraph. "No lo llamaría mi hogar, ya que sería presuntuoso".
Así es Royal Lodge, la propiedad que aún habitan
La residencia, catalogada como monumento histórico de Grado II, cuenta con una fachada imponente e interiores asombrosos con 30 habitaciones, por lo que sin duda es una de las residencias reales más grandes. Así pues, hay espacio suficiente para que tanto Andrés como Sarah disfruten de su propia privacidad y no se sientan agobiados.
Sarah solía compartir imágenes del interior de la residencia en su canal de Instagram y YouTube, Fergie and Friends, donde leía cuentos infantiles. En declaraciones a USA Today sobre su peculiar forma de convivencia, la duquesa afirmó: "Andrés y yo somos la pareja divorciada más feliz del mundo; algo extraordinario, ¿verdad? Vivimos en la misma casa, pero es una casa grande, así que no hay problema. Creo que es muy importante que creamos en el compromiso, la comunicación, la compasión y la familia".









