París fue testigo de una de las apariciones más inesperadas de la Semana de la Moda: Meghan Markle, la Duquesa de Sussex, reapareció en la capital francesa tras tres años alejada de Europa. Su presencia en el desfile de Balenciaga tomó por sorpresa al público y a la prensa internacional, que no esperaban verla tan pronto de regreso al Viejo Continente. Con su característico porte y elegancia, la exactriz demostró que sigue dominando el arte de acaparar los reflectores, incluso a miles de kilómetros de California.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La esposa del príncipe Harry fue fotografiada saliendo de su hotel rumbo al evento, enfundada en un sofisticado look firmado por la misma casa anfitriona: una capa blanca sobre una camisa de seda abotonada y pantalón amplio color crema, conjunto que complementó con un pequeño bolso negro y zapatos de tacón satinado. Su peinado, un moño pulido y discreto, acentuó la sobriedad de un estilo que marcó su regreso a la escena de la alta costura.
La expectación era inevitable. Desde su última visita a Europa en 2022, Meghan no había vuelto a pisar el continente, y menos aún en un contexto público tan mediático. Lejos de la vida real británica y de los compromisos monárquicos, su presencia en París simboliza una nueva etapa personal y profesional, centrada en sus propios proyectos y en su creciente relación con el mundo de la moda.
De acuerdo con un portavoz de la duquesa citado por HELLO!, Markle viajó para “apoyar a Pierpaolo Piccioli, quien recientemente asumió el cargo de director creativo de Balenciaga”. La aparición no fue, por tanto, casual: la duquesa mantiene una relación cercana con el diseñador italiano, de quien ha vestido varias creaciones en los últimos años y al que considera un referente de elegancia y sensibilidad estética.
Su vínculo con la moda no es nuevo. Mucho antes de convertirse en miembro de la realeza, Markle era una asidua del circuito neoyorquino de desfiles, especialmente durante su etapa como actriz en Suits. En aquellos años asistió a presentaciones de diseñadores como Tory Burch, Peter Som, Wes Gordon y Misha Nonoo. Tras su matrimonio con Harry y su retiro de los deberes reales, sus apariciones se limitaron a eventos filantrópicos, por lo que este regreso al “front row” ha sido recibido con especial entusiasmo por los seguidores del fashion world.
Otras celebridades en el front row
Durante la noche parisina, Meghan compartió el front row con figuras como Anne Hathaway y Lauren Sánchez Bezos para presenciar la colección Primavera-Verano 2026 de Piccioli. Una imagen que, más allá de la moda, confirma su estatus como referente global de estilo y poder mediático: discreta pero estratégica, la duquesa de Sussex volvió a demostrar que sigue siendo una de las mujeres más observadas —y más comentadas— del planeta.