¿Qué sabemos sobre la herencia de la reina Isabel II?
La monarca poseía una gran cantidad de propiedades, obras de arte, caballos y joyas
El lamentable fallecimiento de la reina Isabel II desató varias dudas entre los seguidores de la Realeza Británica. Una de ellas es qué sucederá con sus bienes, joyas, obras de arte y riquezas; y quiénes serán los beneficiados que hereden sus propiedades. Para ello es necesario entender que el testamento de la reina está dividido en dos, sus pertenencias personales y los del patrimonio de la corona. En el primer rubro hay propiedades y objetos de alto valor, así como la fortuna propia que, según estima el Sunday Times, supera los 420 millones de dólares.
La reina heredó joyas, tierras, castillos y mucho dinero de sus antepasados. Entre las propiedades destaca el castillo de Balmoral, una de las casas favoritas de la monarca, en donde pasaba los veranos, y justo el lugar en el que vivió sus últimos días. También tenía una casa en Sandringham, en donde solía reunir a la familia para pasar las fiestas navideñas. Los nuevos dueños de estas propiedades por ahora son un misterio, pero podrían quedar en manos de alguno de sus tres hijos menores, la princesa Anna, el príncipe Andrés o el príncipe Eduardo.
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En cuanto a las joyas, se rumora que no hace mucho la reina hizo un cambio final en su testamento con el que heredaría la mayor parte de la increíble colección de coronas, brazaletes, pendientes y collares a la futura reina consorte, la hoy princesa de Gales, Kate Middleton. Su hija, la princesa Charlotte, también está considerada para ser dueña de esta lujosa colección de alrededor de 300 joyas valuadas en más de 110 millones de dólares.
Los cambios hechos por la abuela del príncipe Harry lo habrían dejado a él, su esposa Meghan Markle, y sus hijos Archie y Lilibet fuera del testamento. Un acto que podría deberse a la decisión de la pareja de renunciar a sus deberes reales con la corona, y que algunos de los seguidores de la Familia Real Británica consideran justo, ya que Kate y Charlotte portarán las joyas en eventos oficiales, tal como están destinadas desde siglos atrás.
La herencia de la corona
En cuanto a los bienes de la corona, se heredan de forma directa al sucesor al trono, es decir, al rey Carlos III. El hijo mayor de la reina Isabel y el príncipe Felipe ahora posee el Crown Estate, una colección de propiedades y tierras en todo el Reino Unido; además del Palacio de Buckingham, el Ducado de Cornualles, el Ducado de Lancaster, el Palacio de Kensington y el Estado de la Corona de Escocia.
El rey también heredó la subvención soberana (Sovereign Grant), es decir, el sueldo del monarca del que disfrutaba la reina hasta su fallecimiento el 8 de septiembre pasado a los 96 años. Se estima que la madre del actual rey ganaba cerca de 98 millones de dólares anuales, según informes de Forbes.
Además de propiedades, tierras y títulos, el rey ahora es dueño de los cisnes, ballenas y delfines de todo el Reino Unido; ya que son especies consideradas como propiedad de la corona.
El testamento de la reina Isabel II, con un candado de seguridad
Aunque se especula mucho sobre los bienes que la reina heredó, no es probable que se sepa a ciencia cierta qué dejó a quién. Y es que, a pesar de que por ley los testamentos son públicos en Reino Unido, hay ciertos candados para las personas de alta jerarquía en el trono. Un ejemplo es el testamento del príncipe Felipe, quien falleció en abril del año pasado, y aunque se leyó a los herederos, tendrán que pasar 90 años para que el oficio no saldrá a la luz pública.
Con el testamento de quien fuera reina por 70 años, se espera que haya una cláusula similar, una medida impuesta en 1900 por la entonces reina María de Teck, quien solicitó al poder que los testamentos de la realeza fueran secretos.
Y aunque muchas de las pertenencias de la reina Isabel se repartirán en secreto, con el tiempo podremos ver qué figura entre sus nietas y bisnietas se ha quedado con alguna de las joyas; piezas que saldrán a la vista en eventos oficiales, aunque tendrán que pasar bastantes años para tener una relación fiel de los nuevos dueños de los bienes de la querida reina.
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