A solo días del regreso de la madre de Meghan Markle a EEUU, alguien especial visita al bebé Archie

Aunque originalmente se pensó que la madre de Meghan Markle, Doria Ragland, pasaría los próximos meses en el Reino Unido para ayudar a su hija con su recién estrenado rol de mamá, todo indica que no será así. La instructora de yoga y trabajadora social regresó a su casa en Los Ángeles después de pasar un mes en Gran Bretaña con su hija y su yerno, el Príncipe Harry.

Doria fue fotografiada el martes paseando a sus perros cerca de su casa, solo dos semanas después de convertirse en abuela del bebé Archie Harrison, quien llegó al mundo el pasado 6 de mayo. Sin embargo, a Meghan no le faltará ayuda esta semana, según los informes su mejor amiga, Jessica Mulroney, se trasladó a Londres para conocer al nuevo bebé real.

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En las imágenes obtenidas por el periódico británico The Sun, la íntima amiga de Meghan se puede ver en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto antes de abordar un vuelo a Londres con su hija Ivy, de cinco años. Esto ocurrió solo unos días después de que la estilista canadiense le insinuara a sus seguidores en las redes sociales que tenía planificado volar y que llevaría a Ivy a un "viaje de madre e hija".

"Empacando para nuestro primer viaje de madre e hija y estoy gritando de emoción. ¿Es exagerado llevar zapatos a juego?", escribió Jessica en la leyenda de la instantánea. Sus fanáticos rápidamente entendieron que ambas visitarían la residencia de Harry y Meghan en Windsor para encontrarse con Archie. "Espero que vayas a Londres para conocer a Archie", escribió un fan, mientras que otro agregó: "¡Espero que se queden en Frogmore House!".

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Doria se fue de California entre mediados y finales de abril, y se fue de viaje a Londres para estar con su hija en la recta final de su embarazo mientras se preparaba para dar a luz. La ahora abuela, de 62 años, rentó una casa y contrató a una cuidadora de perros mientras estuvo ausente. En Windsor, Doria pudo haber ayudado a Meghan y Harry a adaptarse a esas primeras semanas de paternidad tan difíciles -pero mágicas- y pudo conocer el nuevo hogar de la familia real, Frogmore Cottage.