Para la premier de The Housemaid en Los Ángeles, Sydney Sweeney apostó por un look que parece salido directamente de la era dorada de Hollywood, evocando la sensualidad, el drama y el glamour que definieron a figuras icónicas como Marilyn Monroe.
Para celebrar el lanzamiento de su más reciente proyecto —en el que comparte pantalla con Amanda Seyfried— Sweeney eligió un vestido blanco firmado por Galia Lahav, una casa conocida por su maestría en siluetas esculturales, confección impecable y una estética que equilibra sensualidad y sofisticación.
Todos los detalles sobre su espectacular vestido
Sydney Sweeney presumió su figura con una silueta de escote profundo y de estilo halter que enmarcó su torso con elegancia y acentuó su figura de manera clásica pero poderosa, una fórmula recurrente en los looks más memorables del Hollywood de los años cincuenta.
La falda amplia, confeccionada en capas de tul vaporoso, aportó movimiento y dramatismo, mientras que el delicado acabado de plumas en el borde inferior añadió un toque etéreo y teatral. Este detalle no solo eleva el vestido visualmente, sino que también refuerza la narrativa de glamour absoluto, recordándonos los vestidos de alfombra roja que convertían cada aparición en un momento icónico en sí mismo.
Una oda a Marilyn Monroe
El guiño a uno de los momentos más icónicos de la diva de Hollywood no es casualidad. En una época en la que la moda actual dialoga constantemente con el archivo y la nostalgia, este tipo de referencias funcionan como una reinterpretación moderna de la feminidad clásica. En el caso de Sydney Sweeney, la elección resulta especialmente acertada debido a que su imagen abraza la sensualidad sin dejar de lado la elegancia, alineándose con este revival del “Old Hollywood” que hemos visto resurgir en las alfombras rojas recientes.
El beauty look acompañó perfectamente la propuesta. Sydney apareció con una melena larga de nuevo -después de haber revelado un drástico cambio de look hace unos meses- peinada en suaves ondas sueltas, reforzando la estética romántica del conjunto, mientras que un maquillaje pulido —con labios en tono rojo clásico y piel luminosa— tiene total coherencia con su look.
Más allá de la referencia histórica, este outfit también habla de una tendencia clara en la moda actual: el regreso del glamour maximalista. Después de años dominados por la estética minimalista y los looks “effortless”, las alfombras rojas vuelven a convertirse en escenarios de fantasía, donde los vestidos no solo se usan, sino que cuentan historias.








