En la más reciente edición de la Icons Gala en Nueva York, Carys Douglas se convirtió en una de las protagonistas de la noche. Aunque la joven caminó acompañada de su padre, Carys hizo un guiño a su madre con el que demostró la íntima conexión entre las dos.
La joven, hija de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, rindió homenaje a su madre al lucir una silueta que la actriz había llevado hace 20 años, reafirmando que el estilo, cuando es elegante y está bien confeccionado, no pasa de moda.
Un guiño a su madre a través de la moda
Para la Gala, Carys apostó por un vestido negro de tirantes delicados bordados con pedrería y cuentas, acompañado de un escote con detalles de encaje y una falda con textura en capas. El diseño, sofisticado y atemporal, fue exactamente el mismo que su madre usó a mediados de los 2000. Con este look hizo todo un statement fashionista que rápidamente le ganó popularidad, no solo en el evento, sino en la conversación en línea.
La joven asistió al evento acompañada de su padre, Michael Douglas, y logró que el momento familiar se tradujera en algo más emocional para hacer una auténtica declaración de estilo. Su interpretación del look se sintió fresco, pues lo acompañó con un peinado natural, pendientes discretos y stilettos negros en punta que acentuaban su silueta y la hacían lucir sofisticada.
Elegancia heredada
No es la primera vez que Carys recurre a la colección personal de su madre para hacer una aparición pública. En más de una ocasión, ha demostrado tener afinidad por las piezas de Catherine, reinterpretándolas siempre con un toque propio y moderno que refleja su propio sentido de la moda. Más allá de una coincidencia estética, esta elección refleja la cercanía que hay entre madre e hija, así como el legado que la actriz ha transmitido a Carys, no solo en términos de talento, sino también en elegancia y presencia.
El gesto de Carys se suma a una tendencia que parece haber ganado popularidad entre las nuevas generaciones de it girls: rescatar prendas con historia para darles nueva vida, conectando pasado y presente de una manera significativa. En tiempos donde la sostenibilidad y la autenticidad se valoran más que nunca, revivir un diseño icónico familiar es mucho más que una declaración de moda: es una muestra de identidad.
Con este look, Carys Douglas no solo reafirmó que la elegancia es es cuestión familiar, sino que también demostró cómo las nuevas generaciones la reinterpretan con frescura y confianza. En una silueta que ha trascendido dos décadas y dos estilos, madre e hija lograron un perfecto equilibrio entre memoria, admiración y modernidad.








