A lo largo del año, la reina Letizia de España cumple con una agenda muy ajustada de compromisos tanto en su país como en el extranjero. Sin embargo, hay una fecha en octubre que nunca pasa por alto: la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, una causa con la que se siente profundamente identificada.
La ovetense asistió al Hotel Elba Madrid Alcalá, donde presidió el acto por el Día Mundial de la Salud Mental, un tema del que se ha vuelto especialmente vocal en los últimos años. Como es tradición, pronunció un discurso en el que, en esta ocasión, reflexionó sobre el impacto emocional de las crisis actuales y destacó la lectura como un refugio sanador.
© Europa Press via Getty ImagesAdemás de la relevancia del evento, el look de doña Letizia también acaparó miradas. La reina volvió a confirmar que el rojo es uno de sus colores predilectos, y lo hizo con un vestido que ya habíamos visto lucir a la princesa Leonor.
© Europa Press via Getty ImagesEl look de la reina Letizia en el Día Mundial de la Salud Mental
El guardarropa de la reina Letizia está colmado de piezas sofisticadas, atemporales y, en ocasiones, muy en tendencia. A lo largo de los años ha dejado claro que el rojo ocupa un lugar especial en su paleta de estilo, presente en trajes, vestidos y accesorios, pese a ser uno de los tonos menos discretos dentro de cualquier código de vestimenta.
© WireImagePara esta aparición, la monarca española no buscó pasar desapercibida. Eligió un diseño de Adolfo Domínguez, de falda midi con ligero vuelo —uno de los cortes que ha dominado el street style— y cuerpo con mangas cortas con volumen que aportan estructura y modernidad.
© Getty ImagesEl vestido resulta familiar porque fue en 2023 cuando la princesa Leonor llevó una versión muy similar del mismo modelo, aunque en color verde. Al ver ahora a su madre con esta versión en rojo, queda claro que ambas comparten un gusto sobrio, elegante y coherente con su imagen institucional.
© WireImageCon esta nueva coincidencia estilística, madre e hija reafirman que la elegancia y la discreción son sellos distintivos de la familia real española, y que el estilo —como los valores— también se hereda.
