Julia Roberts nunca ha sido una actriz más en la alfombra roja. Desde los primeros años de su carrera, la protagonista de Pretty Woman supo utilizar la moda como una herramienta para contar una historia y diferenciarse del resto.
Esta semana la actriz pisó The Late Show con Stephen Colbert en Nueva York, en donde sorprendió al público tras vestir un traje oversized gris con el que hizo referencia a uno de los momentos más emblemáticos de su carrera, cuando acepto el premio Golden Globe en 1990, con un conjunto similar.
Un momento icónico para Julia Roberts
En aquella ceremonia, cuando la actriz recibió el premio a Mejor Actriz de Reparto por Steel Magnolias, Roberts se atrevió a romper con todos los códigos de vestimenta femeninos de la época. En lugar del típico vestido glamuroso, Roberts apareció en un traje masculino oversized con corbata, un gesto que se convirtió en un manifiesto de independencia y rebeldía.
Esa elección marcó no solo su entrada en la industria como un verdadero ícono, sino que lo tomó como la oportunidad perfecta para tomar el poder sobre la narrativa de su imagen desde el inicio. De hecho, en otra ocasión, la actriz apostó por llevar un vestido rojo y dejar visible el bello de sus axilas, otro evento con el que reafirmó su actitud rebelde.
La actriz celebra su trayectoria
Más de tres décadas después, Julia vuelve a apostar por ese estilo, aunque en una versión sofisticada y que se adecúa a los tiempos actuales. El traje que llevó a The Late Show mantiene un corte amplio y estructurado, que acompaña con una camisa en tono gris y una corbata con estampados gráficos que aportaban un toque divertido y moderno al conjunto.
La elección de este atuendo es intencional y funciona como un guiño a su propio pasado y se lee como si dijera “soy la misma persona que fui tantos años atrás”. El estilo de Roberts sigue una línea clara en la que apuesta por la autenticidad y elegancia pero de una manera relajada y effortless.
A lo largo de los años Julia Roberts ha alternado entre vestidos espectaculares y estilismos minimalistas, pero siempre manteniendo un hilo conductor: la capacidad de hacer de cada aparición un momento memorable.
Con este look, Julia Roberts confirma que su estilo trasciende tendencias y que su influencia va mucho más allá de la alfombra roja. Lo que hace más de treinta años fue un acto disruptivo, hoy se reinterpreta como una celebración de su legado y de su inquebrantable relación con la moda.