"Más allá de actuar, se trata de ser": Ximena Lamadrid y Juan Pablo Fuentes se sinceran sobre el arte de la interpretación

X: ¡Totalmente! Nací en Cancún y me considero 100% mexicana. Aunque crecí hablando español, mi infancia estuvo marcada por el constante movimiento debido al trabajo de mi papá, que era piloto. Cuando tenía apenas dos meses nos mudamos a Dubái, en 1996, cuando la ciudad era todavía puro desierto. De alguna manera, siento que crecí al mismo tiempo que esa ciudad se transformaba. A los 19 me mudé a Nueva York y, finalmente, regresé a México. Después de tantos años, pude conectar con mis raíces aquí y es algo que agradezco muchísimo. Crecer en un lugar tan lejano, rodeada de culturas de todo el mundo, escuchando distintos idiomas y conociendo diversas formas de pensar y de ser, me abrió enormemente la conciencia y la perspectiva humana y artística.

X: Todos cargamos con el miedo a ser diferentes o a expresarnos libremente. Es un reto humano que compartimos, porque en el fondo todos queremos sentir, explorar, divertirnos y crecer de distintas maneras. Es un proceso en el que, naturalmente, surgen miedos y dudas, pero hay que enfrentarlos. Permitir que ese miedo exista, convivir con él hasta que se disuelva, y elegir vivir desde el amor.

X: Para mí, todo empieza con el proceso de construir al personaje y encontrar qué partes de mí puedo compartir para hacerle justicia a él y a su historia. Primero leo el guion, me fijo en quién produce y dirige, con quién voy a actuar y, por supuesto, de qué trata la historia. Hay diferentes momentos en mi vida en los que he pensado: “Ahorita esta historia no encaja conmigo” y otras en las que, aunque no encaja quiero tomar ese reto. Hoy también busco tener más libertad artística: me interesa coproducir, involucrarme creativamente en las películas y series en las que participo, y a la vez trabajar en proyectos propios con amigos y familia, donde puedo desarrollar personajes más íntimos y personales.

X: Actualmente estoy desarrollando dos proyectos distintos: una película que funciona como metáfora del proceso en que una mujer descubre su poder interno para trascender su experiencia, y la serie de mi hermano, que sigue la historia de una joven migrante abriéndose camino en la industria musical de Nueva York. Me encanta poder contar historias más personales, y los documentales también me apasionan mucho.

X: Durante muchos años estuve muy enfocada solo en mi gusto y en mi manera de pensar la moda, pero ahora me gusta observar cómo cada persona tiene estilos y preferencias diferentes. Me concentro en la gente en la calle, en mis amigos, y me pregunto: ‘¿Por qué les gusta esto? ¿Qué los inspira?’. Para mí, la moda es algo muy personal: se trata de sentirse cómodo en tu propio cuerpo, ya sea jugando con colores o optando por el negro. En la alfombra roja, en cambio, me fascina desafiarme y atreverme a llevar looks más elaborados.

X: En años recientes me ha inspirado muchísimo la diseñadora islandesa Simone Rocha; me encantan sus vestidos. Tiene solo unas pocas tiendas, pero al entrar parece que estás en un museo. También me fascina Sandy Liang: su estilo es muy femenino y toma inspiración de su abuela, que es china. Estas dos diseñadoras me inspiran enormemente.

X: Me encanta ver como amigas llevan vestidos fluidos y se les ven hermosos, pero yo no me pondría algo así en un día normal.

X: Lo primero que me viene a la mente es un hoodie, algo que te cubre justo el corazón. Es esa prenda que te encanta y que, al ponértela, te hace sentir súper feliz y cómoda.

X: Creo que, poco a poco, estamos aprendiendo a aceptar que somos diferentes; que nacemos con una cara y un cuerpo únicos, y que todo puede ser hermoso si tú estás feliz y te sientes cómodo. Estoy convencida de que lo más importante es conocerte, amarte y no sentir presión por lo que ves afuera.

X: Me estoy descubriendo, siguiendo mi intuición y mi corazón tanto en los proyectos que elijo como en la gente con la que me rodeo. Me estoy conociendo, desarrollando y volviendo más consciente y empática. Así que yo creo que sería: «confío en que el universo me llevará exactamente a donde debo estar».

JP:  No sé si realmente no tengo miedos. Más bien trato de ser honesto conmigo mismo, de construirme y de seguir cuestionándome para comprender perspectivas que nutran mi faceta actoral. Aunque sí, creo que somos una generación que busca despertar cuestionando todo lo impuesto, y eso me encanta. 

JP: Existen muchos factores. A veces la historia en sí puede no atraparte tanto, pero el personaje sí. Para mí, lo importante es que haya algo que resuene conmigo; así es como elijo mis proyectos: que haya algo que quiera contar, que me motive y que sea un reto.

JP: Todos tienen algo especial, pero sin duda el que se ha ganado mi corazón es Daniel, de «Mal de Amores», que se estrenará el próximo año. Es un personaje de una novela literaria que me hizo adentrarme en la historia de México en 1910, y me permitió compartir con personas que hoy amo y considero mi familia. Ha sido la mejor experiencia de mi carrera hasta ahora.

JP: El sistema puede funcionar así porque algunos personajes lo requieren, pero para mí la cuestión física no lo es todo. De niño escuchaba comentarios de gente en el medio que decían: “Vas a llegar hasta donde tu bonita cara te dé permiso”. A esa edad me hubiera gustado no creérmelo, porque no es verdad. Aunque tampoco se trata de pelear con eso; hay cosas que también funcionan, y si el personaje es el galán, pues así lo pide la historia.

JP: Creo que no solo los actores, sino también las personas, enfrentamos esto en la vida cotidiana: buscamos ser amorosos y honestos, pero al exponernos, podemos salir lastimados, lo que a veces nos hace cerrarnos. Por eso sigo buscando ese equilibrio en mi vida para poder aplicarlo en la ficción.

P: Estoy en una etapa en la que vivo cuestionándome todo y reconstruyéndome porque todas mis certezas se derrumbaron. Entendí que lo demás son proyecciones: si ahorita alguien dice “eres el mejor o el peor”, no es verdad.  Yo busco acompañarme de mi familia y amigos, pero más que eso trato de estar cómodo conmigo porque nunca tienes el control del exterior, solamente tienes que ser consciente de que ese ruido; negativo o positivo, no va a ser real al final del día.

JP: Cambiante, como yo. Soy bastante extremista me busco y trato de encontrarme en todos los colores, todos los estilos y todas las formas de expresión. Me voy adaptando a distintas etapas; por ejemplo, ahora me rapé y me gusta usar mucha más piel. Me estoy atreviendo a conocer y aprender de la gente que sabe mucho de moda.

JP: Debe haber muchísimas, pero yo puedo hablar solo de las que he vivido como hombre de 21 años, en una profesión que requiere mucha sensibilidad y vulnerabilidad. He visto, entre amigos de mi edad, que desgraciadamente no tenemos muchas herramientas emocionales para enfrentar situaciones que nos descolocan. Me he topado con ese dilema muchas veces en mi vida, así que algún día me gustaría contar esa historia.

JP: También me fascinaría porque me encanta expresarme. Desde chico escribo poemas y cartas. Quiero empezar a escribir una película junto a mi prima y quizá en el futuro producirla.

JP: Sinceramente espero tener la capacidad de que eso no me importe, mientras pueda ser honesto conmigo mismo.