Eiza González reafirmó, una vez más, su lugar como una de las actrices latinas más influyentes en la escena internacional. La mexicana fue vista en Milán durante el desfile de Prada, al que llegó acompañada de su pareja, el tenista Grigor Dimitrov.
Días más tarde, Eiza fue vista en la primera fila del desfile de Armani Privé, mismo que fue un emotivo homenaje a Giorgio Armani, un evento cargado de significado debido a que fue la última colección que el diseñador confeccionó en vida.
El look de Eiza González para el desfile de Armani
Un desfile como el de Armani requiere un atuendo lleno de brillo y sofisticación, por lo que la actriz y modelo mexicana apostó por un look monocromático en negro con efecto de lentejuelas, un tracksuit de silueta impecable que combinaba la elegancia de la casa con un aire contemporáneo.
La pieza, estructurada en la parte superior y de caída relajada en el pantalón, estaba perfectamente equilibrada con un beauty look sobrio: cabello recogido en un slicked back pony tail y un maquillaje luminoso que dejaba protagonismo al brillo del atuendo.
Aunque el conjunto evocaba la esencia de un tracksuit moderno y sofisticado, la actriz complementó el conjunto con stilettos negros y joyería minimalista, logrando un resultado sofisticado y atemporal. Con este atuendo y cada aparición pública, Eiza González reafirma ser todo un ícono de estilo, capaz de honrar la tradición de las grandes casas de moda pero también proyectar una imagen moderna y relevante.
Su look para el homenaje a Armani no sólo fue un tributo a la elegancia clásica que tanto distinguió el ADN del diseñador, sino también una declaración de poder y presencia en uno de los momentos más significativos de la moda italiana actual.
Más detalles sobre el desfile
Entre los invitados a este exclusivo evento se encontraban celebridades de todo tipo, desde personajes que desempeñaron el rol de musas e inspiración para el diseñador, así como colegas de la industria de la moda. Algunos de ellos como Anna Wintour, Glenn Close y Cate Blanchett, quien en repetidas ocasiones ha utilizado siluetas confeccionadas por el diseñador.
La entrega primavera/verano 2026 se mantuvo sobria, elegante y ligera, como es costumbre en la maison, con tonos fríos como azules y morados predominando en su paleta de color. El desfile cerró con un vestido de impacto, una silueta tipo maxi, ajustada y llena de aplicaciones que hacian deslumbrar a la modelo a medida que caminaba. Esta pieza fue la última confeccionada por Armani en vida, por lo que el cierre del desfile representó un momento poderoso en la historia de la casa italiana.