No hay duda de que esta semana de la moda en Milán ha dado mucho de qué hablar. Lo evidente es que distintas firmas presentaron sus colecciones más ambiciosas luego de cambios importantes en las direcciones creativas, pero lo que más ha sorprendido es la presencia de nuevos rostros que comienzan a figurar como invitados en los distintos eventos.
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Uno de los desfiles más esperados, el de Emporio Armani, se convirtió en una cita muy especial. No podía ser de otra manera: apenas hace unas semanas falleció en Milán a los 91 años Giorgio Armani, fundador y alma de la casa. Este desfile, por lo tanto, marcó un nuevo capítulo en la historia de la firma y estuvo cargado de emoción.
Varias invitadas vistieron de negro en señal de luto, aunque sin perder la sofisticación que siempre acompañó al legado del diseñador. Sobre la pasarela, la propuesta combinó moda resort con prendas de impecable estructura. Transparencias, cortes precisos y escotes pronunciados transmitieron una audaz elegancia que, al mismo tiempo, mantuvo intacta la esencia de Armani.
Entre los asistentes, uno en particular robó reflectores y provocó un inmediato déjà vu con el verano de 2024, cuando París vibraba con los Juegos Olímpicos. Se trataba de Thomas Ceccon, el joven nadador italiano que hace un año conquistó al público mundial con su desempeño en la alberca y, sobre todo, con un físico que lo catapultó como una de las figuras más comentadas del certamen.
Thomas Ceccon vuelve a ser sensación en Milán
Cada ciclo olímpico los atletas logran captar la atención global, pero en 2024 los deportes acuáticos brillaron de manera especial. Entonces, con apenas 23 años, Ceccon se convirtió en protagonista indiscutible y su imagen —con rostro carismático y un abdomen que dio la vuelta al mundo— se instaló en la memoria colectiva.
Ahora, sin proponerse abrirse camino en el modelaje (al menos no todavía), el medallista debutó como invitado en una edición de Fashion Week. Lo hizo desde la primera fila y con un estilismo que seguramente habría complacido al propio Giorgio Armani.
Para la ocasión, eligió un atuendo en tonos otoñales: pantalón marrón con discretos cuadros, de corte amplio y con pinzas, acompañado de una bomber a juego. A esta base sumó una camisa de seda en color café, un guiño perfecto a la temporada.
En cuanto a accesorios, completó el look con mocasines de ante en tono café y un detalle que elevó todo el conjunto: un Omega Seamaster Aqua Terra Shades, pieza de alta relojería que reflejó la mezcla entre elegancia deportiva y sofisticación urbana.